El hermoso poemario El canto de mis canciones, del primerísimo actor Salvador Wood Fonseca (Santiago de Cuba 1928-La Habana 2019) centrará el próximo domingo dos de marzo, el tema central del programa Del libro cubano y sus autores, de Radio Progreso, la Onda de la Alegría, con el singular diálogo de Patricio Wood, su hijo.
El libro, dedicado a la reconocida actriz Yolanda Pujols, transmite la nostalgia, la añoranza, el amor y la esperanza a través de versos y décimas, los cuales fulguran una parte de la importante faceta artística en Wood.
Poemas que se nutren de vivencias propias y ajenas del quien fuera un destacado musicalizador, realizador de efectos, director, escritor y actor consumado del cine, la radio, la televisión y el teatro, quien conquistó lauros como Premio ACTUAR por la Obra de la Vida 2016, otorgado por la Agencia Artística de Artes Escénicas ACTUAR, Premio Nacional de Televisión por la Obra de Toda la Vida en 2018, reconocido por el Instituto Cubano de Radio y Televisión y Título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
El canto de mis canciones, a la venta en todas las librerías del país por el sello Ediciones En Vivo, revela el alma del ser humano de Salvador Wood, mas para muchos constituye un diario poético, al decir de Josefa Bracero, Premio Nacional de Radio 2004. Es tan sencillo y profundo el desgrane de su pensamiento, que se convierten en poemas que se elevan por encima de códigos y de rimas, para darle la palabra al corazón, afirmaen su prólogo Bracero.
Asimismo, en el programa dominical se escucharan de primera mano, anécdotas acerca del vínculo de Salvador Wood con la emisora de la familia cubana durante décadas, así como su amor eterno a la radio cubana y especial a eterna compañera Yolanda Pujols.
Por otra parte, el progama dedicado a los intensos versos de Salvador Wood estarán leídos de manera espontanea y sincera por la voz de su hijo, además de dar a conocer que a los 90 años Salvador aceptó la publicacion de estos versos, que como él dijera: «nunca he pensado que estos ripios, sin escuela literaria, pudieran merecer otra consideración que la acogida familiar y el amor en que fueron concebidos. La mayor parte surgieron en condiciones de nostalgias y añoranzas…»