La Covid-19 en su peor momento en Cuba

La Covid-19 hizo su presencia en Cuba el 11 de marzo de 2020 con los tres primeros casos. Fue detectada en ciudadanos italianos de visita en nuestro país. De esa fecha a la actualidad la enfermedad se adueña de una buena parte de la nación caribeña. Lo que comenzó así de sencillo hoy muestra una cara diferente, con miles de contagiados y fallecidos.

Desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí, la Mayor de las Antillas tiene una compleja situación epidemiológica, agravada en las provincias de Pinar del Río, Sancti Spíritus y Camagüey, aunque Mayabeque, Artemisa, La Habana, Villa Clara y casi todos los territorios de la región oriental todavía muestran datos desfavorables.

Salud Pública y sus científicos, basificados en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Instituto Finlay de Vacunas, con la colaboración de otras entidades de prestigio, han desarrollado una meritoria labor en la confección de cinco candidatos vacunales, de los cuales tres ya son vacunas autorizadas por el Cecmed (Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de la República de Cuba): Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.

Sin dudas, ha sido uno de los más grandes logros de la nación cubana en materia de salud. Los hombres y mujeres dedicados a estas investigaciones han realizado ingentes esfuerzos para llegar a la eficacia de las referidas vacunas. Y tanto la población adulta como pediátrica se benefician con esos inyectables. Antes de que finalice este 2021 la población cubana debe estar inmunizada contra el virus.

Este escenario nacional permitirá una reducción considerable de los casos positivos y por ende el número de fallecidos por esta causa será menor. En estos momentos el llamado de las autoridades es a mantener las medidas higiénico-sanitarias, el distanciamiento físico, el uso obligatorio del nasobuco y el lavado de las manos, para lo cual es necesaria la colaboración de todos y el estricto cumplimiento de la disciplina.

Si todos colaboramos y las instituciones de salud ponen su máximo empeño en las pesquisas, atención sistemática de los ingresos domiciliarios, con el suministro a tiempo de los medicamentos previstos para cada caso, le damos el golpe final a la pandemia, que ha mutado a nuevas cepas, como la Delta, mucho más contagiosa.

Independientemente de la gran cantidad de vacunados en Cuba, aún los enfermos activos con el letal virus es elevado (alrededor de 8 000 casos diarios diagnosticados). Ello significa que se deben extremar cada vez más las medidas sanitarias para evitar un agravamiento de la situación epidemiológica en la nación caribeña. Es una responsabilidad no solo individual, sino colectiva, a fin de eliminar para siempre el fatídico SARS-CoV-2, causante de la enfermedad. El actual rebrote por el que pasa nuestro país es el peor de todos, con cepas muy agresivas y de alta contagiosidad. El virus solo espera un mínimo error para entrar en nuestro cuerpo y causarnos daños de gran envergadura. Y no podemos permitir que eso ocurra. Seamos responsables y cuidadosos si queremos volvernos a ver y compartir besos y abrazos. No puede ser de otra manera. Cumplir con lo establecido es la palabra de orden.

Publicado Por: Adrián González

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

5 × cuatro =