Cuba reveló este viernes contundentes evidencias sobre las acciones terroristas perpetradas por la organización CubaPrimero, financiada y dirigida desde Estados Unidos. Mediante un audiovisual presentado en el principal espacio noticioso de la televisión nacional, se expuso cómo este grupo busca subvertir el orden constitucional, dañar la economía e instigar a la violencia extrema en la isla. Las pruebas confirmaron que sus operaciones forman parte de una estrategia agresiva contra la estabilidad del país.
El material divulgado señala como principal financiador de sabotajes y actos terroristas al ciudadano Armando Labrador Coro, líder de CubaPrimero, quien opera bajo la fachada de un movimiento político. Las autoridades cubanas demostraron que esta organización, con base en territorio estadounidense, moviliza, instruye y paga a mercenarios para atacar instituciones estratégicas, incluyendo hospitales, escuelas y círculos infantiles. Estas acciones revelan el carácter criminal de quienes pretenden desestabilizar la nación.
Además de Labrador Coro, el audiovisual inculpa a otros individuos como autores intelectuales y materiales de acciones extremistas, entre ellos Carlos Ernesto Díaz González (Ktivo Disidente) y Miguel Gómez Bártulo (Miki Terrori). Las pruebas presentadas incluyen imágenes y testimonios que confirman su participación en planes destinados a generar caos y violencia. Estos sujetos actúan en coordinación con fuerzas externas que persiguen objetivos injerencistas contra Cuba.
La investigación también expone cómo CubaPrimero despliega campañas de odio en plataformas digitales, buscando manipular a la opinión pública internacional y reclutar cubanos para ejecutar actos terroristas. Estas maniobras forman parte de una guerra no convencional impulsada desde el exterior, con el claro propósito de socavar la paz y la soberanía de la isla. Las autoridades alertan sobre el peligro que representan estas acciones para la seguridad nacional.
El material divulgado destaca los vínculos de estos grupos con figuras políticas estadounidenses, como el senador Marco Rubio, así como con sectores extremistas que promueven una invasión armada contra Cuba. Estas conexiones demuestran la complicidad del gobierno de Estados Unidos en las agresiones terroristas, violando el derecho internacional y los principios de convivencia pacífica entre naciones. La Casa Blanca, una vez más, aparece como promotora de la desestabilización.
Estas operaciones buscan generar un clima de caos e inestabilidad para justificar una intervención extranjera y provocar la caída del gobierno legítimo cubano. Sin embargo, el pueblo y las instituciones de la isla permanecen alertas y unidos frente a estas amenazas. Cuba ratifica su derecho a defenderse y denuncia ante el mundo estas acciones criminales, que solo refuerzan la determinación de preservar la soberanía y la paz.
(Con información de Prensa Latina)
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