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Niños y jóvenes tomaron el escenario del Teatro Nacional de Cuba este fin de semana como protagonistas de la nueva temporada de cierre de Lizt Alfonso Dance Cuba. La gala titulada «1, 2, 3… ¡todos a escena!» celebró los éxitos de un año en el que la compañía, que en 2026 cumple 35 años, actuó por primera vez en escenarios de Tailandia y Bulgaria.
El espectáculo exhibió el sello distintivo de la compañía: el estilo Fusión. Esta técnica elegante, creada por la directora Lizt Alfonso, aglutina elementos del flamenco, el ballet, la danza contemporánea, el folclore y bailes populares cubanos, demostrando una vez más su atractivo y versatilidad sobre el escenario.
En un hecho notable, el prestigioso elenco profesional compartió las tablas con estudiantes de los Talleres Vocacionales, el Ballet Infantil y el Ballet Juvenil. El objetivo fue exhibir la progresión artística dentro de la institución, desde los niveles de formación inicial hasta la máxima instancia profesional.
La directora Lizt Alfonso, reconocida como Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, logró que alegría y organicidad primaran en el evento. Esto se consiguió a pesar de combinar en escena a niñas y niños de diferentes edades, muchos sin la habitual exposición al rigor profesional.
El corazón inspirador del espectáculo resultó ser la convivencia intergeneracional en el escenario. Para los aprendices, trabajar junto a los mayores les permitió apreciar de cerca la pasión y la excelencia que se alcanzan con años de dedicación, sembrando en ellos la confianza y la motivación para superarse.
Así, el escenario se transformó en un espacio de transmisión de valores, donde los niños no solo bailan, sino que aprenden a creer en sí mismos. Esta cita tradicional de fin de año se consolida como una carta de triunfo artístico y un pretexto para reunir a las familias en un ambiente de paz y armonía.
(Con información de Juventud Rebelde)
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