Intercambian sobre labor de Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (+Fotos)

Texto y Fotos: Daniela García Zamora

La Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (ORSA), autoridad nacional reguladora adscrita al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), tiene la misión de regular y controlar el cumplimiento de las leyes y disposiciones jurídicas relacionadas con la protección ambiental, así como con la seguridad química, biológica y nuclear, en correspondencia con las prioridades de desarrollo económico y social del país.

Creada en 2012 con el propósito de integrar las diversas esferas vinculadas a la protección del medio ambiente, la ORSA ha encaminado su labor hacia un proceso de perfeccionamiento institucional dentro del Ministerio, como parte de las políticas dirigidas a las autoridades nacionales reguladoras, encargadas de supervisar, exigir y acompañar el cumplimiento de lo establecido para el cuidado ambiental.

Durante una conferencia de prensa ofrecida este lunes en La Habana, Antonio Casanova, director general de la ORSA, destacó la importancia de tomar conciencia sobre las especialidades que abarca el amplio campo de regulación de la entidad. Mencionó entre ellas el control y la protección de especies amenazadas y de valor para la diversidad biológica del país, la gestión de recursos genéticos, el manejo de productos químicos de uso industrial y de desechos, entre otros aspectos.

Casanova subrayó que la autoridad debe consolidarse como un mecanismo efectivo de control, a partir de funciones como la organización y ejecución de licencias y permisos ambientales, la realización de inspecciones estatales para verificar el cumplimiento de las normativas vigentes, la imposición de regímenes de responsabilidad civil y administrativa en materia ambiental, así como la divulgación de información relevante para la sociedad sobre su ámbito de competencia.

En el encuentro, Tanya Romay Fernández, directora del proyecto Bioseguridad y Seguridad Alimentaria en Cuba. Creación de capacidades nacionales en materia de organismos modificados genéticamente, desarrollado desde 2020 por la Dirección de Control Ambiental, explicó las acciones emprendidas en el país para fortalecer las capacidades nacionales y minimizar los riesgos biológicos asociados a la producción y manejo de cultivos transgénicos. Este esfuerzo, dijo, se enmarca en las políticas del Estado orientadas a garantizar la soberanía alimentaria y sustituir importaciones mediante el desarrollo agrícola sostenible.

Promover el cumplimiento de las normativas jurídicas, velar por la seguridad ambiental y conservar las especies que conforman la biodiversidad cubana son tareas esenciales de las entidades reguladoras nacionales. Sin embargo, la conciencia, el respeto y el cuidado del entorno natural son responsabilidades que competen a toda la sociedad.