Cuba estudia perfiles de mayor riesgo de muerte súbita cardiovascular

Tres eventos científicos internacionales celebrados recientemente aportaron nuevos conocimientos para enfrentar la muerte súbita cardiovascular a nivel global: el III Simposio Internacional, la IV Convención Iberoamericana y el V Simposio Nacional sobre este tema. El objetivo central fue disminuir el notable impacto de este evento de salud en el mundo.

El Dr. Luis Alberto Ochoa Montes, presidente del Grupo de Investigación en Muerte Súbita de Cuba (GIMUS), informó que participaron unos 200 profesionales de 15 países. Entre las especialidades representadas estuvieron cardiología, medicina interna, neurología, pediatría, terapia intensiva, anestesiología, medicina deportiva, medicina legal y genética.

Los debates, según el experto, abarcaron el diagnóstico, prevención, mecanismos desencadenantes y la situación epidemiológica en las Américas. También analizaron los desafíos en el nuevo milenio, los factores sociales y contextuales, y cómo aumentar la preparación del personal de salud para enfrentar esta emergencia.

En el caso de Cuba, los participantes presentaron los resultados de investigaciones que identificaron el perfil de riesgo vascular aterosclerótico de las personas fallecidas por esta causa. El perfil estadístico cubano lo conforman hombres de edad avanzada, con hipertensión arterial, diabetes, obesidad, cardiopatía isquémica, tabaquismo y engrosamiento del corazón.

Para abordar este problema de salud, surgió el Grupo de Investigación en Muerte Súbita (Gimus) en 1995 adscrito al Hospital Hermanos Ameijeiras. Este ha desarrollado una Guía cubana para el trabajo investigativo y un Protocolo de actuación aplicable a nivel internacional.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Cuba desde hace más de cinco décadas. En 2024, la tasa específica de fallecimiento inesperado fue de 108,2 por 100 000 habitantes, lo que equivale a un evento de muerte súbita cada 50 minutos. Reducir en un 25% la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles es un reto prioritario para los profesionales de la salud cubana.

(Con información de Granma)