Por Yohani Cáceres
Fotos: Daniela García Zamora
Besó una por una las piezas que componen la estatua antes de su viaje de Italia a Cuba, cuenta la historia, en referencia a Jilma Madera, escultora que desafió imposibles e hizo realidad uno de sus propósitos: el emplazamiento del Cristo de La Habana, obra inaugurada el 25 de diciembre de 1958.
Pese a los embates inevitables del tiempo, pero incólume gracias a la restauración de sus heridas por competentes especialistas, la escultura parece observar, desde la cima, a los habitantes de la Ciudad Maravilla y recibe a los hijos de otras tierras que, curiosos, acuden a visitarla.
A la paz, el amor, las buenas acciones… convida la figura, emplazada a 20 metros de altitud, una distancia que se reduce ante quienes profesan la fe y ofrece la oportunidad de perpetuar momentos, a través de instantáneas.

El Cristo de La Habana es fruto del ingenio de la escultora cubana Jilma Madera, quien presentó un boceto al concurso convocado para su realización y triunfó en el certamen. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

Jilma se inspiró en su ideal de belleza masculina: ojos oblicuos y labios pulpusos para la construcción de la estatua. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

La pieza tiene una altura de 20 metros sobre la base de tres, al tomar en cuenta la explanada sobre la colina en la que se sitúa. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

La altura del Cristo de La Habana se eleva a 51 metros sobre el nivel del mar. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

Un total de 600 toneladas de mármol de Carrara convirtieron en realidad la obra. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

La figura atrae la mirada curiosa de visitantes cubanos y foráneos. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

La figura de Jesús observa la urbe capitalina, con una mano en alto y otro en el pecho, a modo de bendecir la ciudad. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

La escultura es símbolo de la identidad habanera y cubana toda. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

El Cristo de La Habana ostenta la condición de Monumento Nacional desde 2017. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.

Los pies de la escultura calzan unas chancletas de meter el dedo, pues Jilma empleó las usadas por ella como modelo. Foto: Daniela García Zamora/Radio Progreso.
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