Enseñar a leer y a escribir a mujeres, hombres y jóvenes humildes, que nunca antes tuvieron oportunidad de estudiar, una hermosa tarea que acogieron con responsabilidad y orgullo cientos de miles de cubanos en 1961. Y como dijo Fidel: El nombre de Cuba pasará a la historia por lo que en los campos de la educación ha hecho.
