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Con motivo del 80 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, reconoció públicamente la labor conjunta de este organismo internacional con el Gobierno cubano.
Durante su intervención por videoconferencia en el Foro Mundial de la Alimentación, el mandatario destacó los avances alcanzados en producción, nutrición, cuidado del medio ambiente y calidad de vida, bajo el principio de no dejar a nadie atrás.
.@DiazCanelB "Siempre habrá que distinguir la valiosa contribución de la @FAOenEspanol al mejoramiento de la vida de millones de personas en todo el planeta" 🇺🇳🌾
— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) October 13, 2025
🗣️Mensaje del Presidente de #Cuba 🇨🇺 Miguel Díaz-Canel al Foro Mundial de la Alimentación
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El jefe de Estado subrayó los fuertes y duraderos vínculos de cooperación que unen a Cuba con la FAO, así como los objetivos comunes que ambas partes comparten en la lucha global contra el hambre. Esos esfuerzos se orientan, señaló, hacia la transformación del sector agrícola y la promoción de un desarrollo rural sostenible que garantice la seguridad alimentaria de la población.
A través de un mensaje difundido por el sitio web oficial de la Cancillería cubana, Díaz-Canel valoró la contribución esencial de la FAO al mejoramiento de las condiciones de vida de millones de personas en el mundo. Asimismo, resaltó el acompañamiento técnico y financiero de la organización a las naciones que buscan establecer sistemas alimentarios resilientes y sostenibles.
El presidente recordó que la representación oficial de la FAO en Cuba se estableció en 1978, marcando el inicio de una colaboración ininterrumpida. Desde entonces, la agencia se ha consolidado como un pilar de apoyo para la isla, facilitando asistencia técnica, recursos y fortalecimiento institucional en el sector agropecuario, incluyendo el desarrollo de centros científicos de alto nivel.
En un tono de firmeza, el mandatario condenó el uso del hambre como instrumento de presión política y el empleo de medidas coercitivas unilaterales, en alusión directa al bloqueo económico contra Cuba. Denunció que esta política, mantenida durante más de seis décadas y recrudecida en los últimos años, pretende someter al pueblo mediante la escasez y las necesidades.
Para concluir, Díaz-Canel reafirmó el compromiso de Cuba de continuar trabajando junto a la FAO en la consolidación de metas nacionales esenciales. El objetivo, aseguró, es avanzar hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos y sostenibles, capaces de enfrentar los retos del cambio climático y preservar la biodiversidad.
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