En el parque ubicado en la calle Belascoaín, entre Enrique Barnet y Maloja, en el capitalino municipio de Centro Habana, el 17 de mayo de 1921 era develado un magnífico monumento erigido al médico y científico cubano doctor Carlos Juan Finlay y Barrés, descubridor del agente trasmisor de la fiebre amarilla: el mosquito Aedes Aegyptis.
