Una de las prioridades esenciales del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria es garantizar la producción y cobertura de la demanda nacional. Para alcanzar este objetivo, la estrategia se centra en recuperar las capacidades productivas, fomentar los encadenamientos con actores económicos no estatales y perfeccionar los procesos de contratación. Además, se plantea la necesidad de aprovechar de manera más efectiva las inversiones extranjeras disponibles.
Emerio González Lorenzo, presidente del Grupo, al evaluar el rol de la organización en el Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, estableció metas concretas. Subrayó la importancia de desarrollar el consumo local en cada territorio en beneficio de los trabajadores. Paralelamente, instó a brindar una atención especial al resurgimiento de la agroindustria azucarera, considerada un sector clave.
González Lorenzo hizo especial hincapié en la descentralización de competencias, calificándola de «requerimiento que no puede hacerse esperar». El objetivo fundamental es que los territorios puedan ser abastecidos eficientemente mediante el aporte de las industrias locales, reduciendo la dependencia de suministros externos y agilizando la logística.
Durante el análisis del Programa, Raúl Estrada Bell, director jurídico, realizó recomendaciones técnicas orientadas a dinamizar la producción. Propuso establecer una tasa de cambio específica para los encadenamientos productivos. Asimismo, recomendó evaluar y ampliar la contratación no solo con productores de cacao, sino también con otros actores agropecuarios, para asegurar cultivos e incrementar los contratos de exportación y servicios.
En línea con el objetivo de recuperar el Sistema Electroenergético Nacional, Néstor Lorenzo, director de Bebidas y Refrescos en Mayabeque, destacó un desafío clave. Señaló que, si bien las inversiones en bienes e inmuebles están reguladas, las destinadas a fuentes renovables de energía no pueden estar limitadas a esos marcos, dado su papel crucial para lograr la soberanía energética de las empresas.
Como directrices prácticas, Lorenzo sugirió desconectar servicios administrativos los fines de semana, maximizar el teletrabajo y establecer planes de consumo energético estrictos. Por su parte, Tomás Mesa, especialista en Comunicación, abogó por que la comunicación transversalice todos los procesos. Propuso incluir acciones estratégicas de divulgación para informar sobre el cumplimiento del Programa, considerándolo un elemento esencial para su éxito.
(Con información de Granma)
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