El Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) cumple este domingo 60 años de una labor decisiva en el desarrollo socioeconómico del país, al proporcionar información especializada, autorizada, confiable y oportuna mediante alertas hidrometeorológicas que han salvado vidas humanas y reducido significativamente los daños materiales ante desastres naturales.
Su sede principal se encuentra en una instalación de relevancia histórico-científica, situada en la loma de Casablanca, aledaña a la Bahía de La Habana, lugar donde desde 1908 funcionó el Observatorio Nacional. El Insmet fue constituido oficialmente el 12 de octubre de 1965, heredando y ampliando esa tradición de observación y análisis del clima en Cuba.
Su área fundamental de trabajo se centra en la investigación y los servicios meteorológicos, encargada de medir, recopilar y procesar variables climáticas y de contaminación atmosférica; operar los sistemas de vigilancia; y desarrollar investigaciones científicas orientadas a perfeccionar la predicción del tiempo y el clima, en especial de aquellos fenómenos que representan un riesgo para la vida humana, los bienes materiales y la economía nacional.
Además, el instituto impulsa el pronóstico estacional —un proyecto de investigación en fase inicial— que busca emitir predicciones con hasta seis meses de anticipación sobre el comportamiento de las precipitaciones y las temperaturas. Para ello cuenta con una red de 68 estaciones de registro y verificación de datos, así como ocho radares meteorológicos, todos automatizados y operando a plena capacidad gracias al ingenio y la dedicación de sus especialistas cubanos.
Su papel resulta imprescindible en la elaboración del pronóstico del tiempo, el monitoreo de la contaminación atmosférica, el estudio de la radiación solar, la identificación de períodos de sequía extrema y el seguimiento de lluvias y tormentas, especialmente de los huracanes que con frecuencia se forman en el mar Caribe y amenazan al archipiélago.
Desde el ámbito internacional, el Insmet mantiene convenios con la Organización Meteorológica Mundial y otras instituciones homólogas, facilitando el intercambio de información, asesoramiento técnico y tecnologías. Colabora estrechamente con el Centro Regional de Huracanes, con sede en Estados Unidos.
Sus trabajadores recuerdan con orgullo las innumerables visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro durante el paso de eventos extremos en temporadas ciclónicas, así como sus comparecencias en la televisión cubana para explicar y alertar a la población sobre los riesgos meteorológicos.
(Con información de la Agencia Cubana de Noticias)
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