Con la apertura en Sancti Spíritus del primer centro del país para que especialistas y residentes de Neonatología reciban entrenamiento en el uso de la tecnología de ultrasonido en el punto de atención al paciente (Pocus), la Medicina cubana fortalece esa rama sensible y vital.
La experiencia demuestra cuán importante es aprovechar posibilidades como las que ofrece el equipo de ultrasonido Doppler (único con que cuenta el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos) para, entre otros usos, realizarles, a niños en estado grave o crítico, una evaluación mucho más completa que contribuya, en primer lugar, a salvarles la vida.
«También nos permite adelantarnos, ver al recién nacido desde adentro, racionalizar el uso de medicamentos muy costosos, ganar tiempo, reducir estadía», explica la doctora Amary Yumar Díaz, especialista de segundo grado en Neonatología, máster en Atención integral al niño, y diplomada en Cardiopediatría.
De acuerdo con un proyecto nacional encabezado por la propia especialista, esa experiencia podría incorporarse, de manera oficial, dentro de las normas de la especialidad.
En correspondencia con su objeto (entrenamiento y capacitación), el centro prevé realizar, próximamente, la primera edición de un diplomado nacional acerca de Pocus neonatal.
Con justeza para el logro de este objetivo, se reconoce también la sensibilidad y ayuda ofrecida por la doctora argentina Cristina Osí, toda una autoridad en esa vertiente de la Medicina.
Durante años, el servicio ha mantenido una estabilidad de verdadero lujo, que se traduce en supervivencia superior al 98 % en el paciente grave (nacionalmente, se exige 96), sobrevida del 96,5 (más de cinco puntos por encima), mientras los índices de sepsis suelen oscilar, desde hace una década, entre 2 % y 3 %, registro inferior al 5 % recomendado.
(Tomado de Granma)
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