Un proyecto financiado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (Jica) dotó a la Isla de la Juventud de un moderno sistema de supervisión y control para la generación de electricidad, tanto para las fuentes convencionales como las renovables. Esta iniciativa representa un avance significativo en la modernización de la infraestructura energética del territorio al permitir una gestión más eficiente y integrada de los diferentes recursos disponibles.

De acuerdo con información del periódico local Victoria, el nuevo sistema está diseñado para compensar las fluctuaciones inherentes a la producción fotovoltaica, controlar las oscilaciones de frecuencia y responder con agilidad a las salidas imprevistas de las unidades del Sistema Eléctrico Nacional. Se espera que estas capacidades se traduzcan en una mejora tangible en la calidad del servicio eléctrico para la población y en una mayor rapidez para restablecer el suministro tras cualquier interrupción.
La presentación oficial de la segunda etapa del proyecto tuvo lugar en las instalaciones de la Empresa Eléctrica municipal, en un acto que contó con la presencia de Moriya Naomasa, cónsul de la Embajada de Japón en la Cuba, y de Ashida Tatsuya, representante residente de la oficina de Jica, junto a autoridades gubernamentales cubanas.

Ashida Tatsuya, de Jica, resaltó los beneficios medioambientales y técnicos de la iniciativa. «Entre sus ventajas está asegurar la estabilidad del sistema eléctrico. El uso de baterías permite la integración efectiva de esa energía [solar], a la vez que contribuye a la disminución de la emisión de dióxido de carbono», afirmó el representante, según la publicación pinera.
Por su parte, Fermín Molina Alfonso, director técnico de la Empresa Eléctrica y coordinador local del proyecto, expresó su agradecimiento a los expertos de Toshiba, a Jica y al Gobierno japonés. Calificó el logro como un punto de partida crucial, que permitirá que hasta una quinta parte del consumo diario del territorio pueda ser abastecida mediante generación solar fotovoltaica y reducir así la dependencia de los combustibles fósiles.
Este avance se enmarca dentro de una estrategia energética más amplia y ambiciosa para el municipio especial. Según detalló Victoria, el objetivo final es incorporar 15 megawatts de capacidad al parque fotovoltaico local, lo que permitiría cubrir la demanda eléctrica diurna con un 20,5% de energía renovable, un paso firme hacia una matriz energética más sostenible y estable para la Isla de la Juventud.
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