En la ELAM se forman más que médicos

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“Permítanme soñar”, pidió el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz cuando, con la mira puesta en quienes nada material tienen, concibió la idea de fundar la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), una realidad que dos décadas después es uno de los tesoros más preciados de la colaboración médica cubana con el mundo.

A los festejos por el XX aniversario de esa institución – inaugurada el 15 de noviembre del año 1999 en el contexto de la IX Cumbre Iberoamericana – asistió en la tarde de este miércoles el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acompañado por el vicepresidente del Consejo de Ministros, Roberto Morales Ojeda; y otros dirigentes cubanos.

El 14 de noviembre de 1965, acompañados por #Fidel, se graduaron en el Pico Cuba del Turquino 400 médicos y 26 estomatólogos, primera generación de profesionales de la salud formados por la Revolución. Para ellos, nuestro homenaje y reconocimiento. #CubaPorLaSalud 🇨🇺 #SomosCuba pic.twitter.com/6sT3aMkyLK
— José Angel Portal Miranda (@japortalmiranda) November 14, 2019

El titular de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, recordó en sus palabras al auditorio que luego del paso devastador de los huracanes George y Mitch por países centroamericanos y del Caribe, Fidel no se conformó con enviar brigadas de galenos, “su idea iba más lejos…propuso comenzar la formación de médicos de esas naciones en Cuba”. En menos de tres meses, subrayó, se realizaba la remodelación de la Escuela Naval Granma que se convirtió entonces en la ELAM.

Esta institución, agregó el Ministro, ha probado con creces no solo ser un proyecto visionario, sino un símbolo en materia de colaboración en salud entre Cuba y decenas de naciones. Los datos lo demuestran: en todos estos años la Escuela ha graduado a 29 mil 749 médicos de 115 países, que están transformando sus comunidades de origen.

Portal Miranda enumeró varios de los hitos de la solidaridad de la Isla con el mundo, desde el año 1960 cuando brindó ayuda a Chile luego de un fuerte terremoto. Esa historia atesora, por ejemplo, el surgimiento del Programa Barrio Adentro en Venezuela; la Operación Milagro que ha devuelto o mejorado la visión a más de tres millones de personas; la creación del contingente internacional Henry Reeve; el combate a la epidemia del Ébola; y el programa Más Médicos para Brasil.

“Cuba, en estas cinco décadas de iniciada, la cooperación ha estado presente en 164 países con más de 400 mil profesionales, los que han realizado mil 900 millones de consultas, 13 millones 777 mil intervenciones quirúrgicas y en nuestras universidades hemos graduado 36 mil 962 profesionales de 149 países”, destacó el Ministro.

Tras enumerar varios de los muchos logros que, a la par, ha logrado la Mayor de las Antillas en materia de salud, aseguró que:

“puede el Gobierno de los Estados Unidos aferrarse a tratar de destruir los gobiernos y movimientos progresistas del mundo y de la región, puede recrudecer el bloqueo y, aún así, la colaboración cubana se va a mantener”.

Por su parte, el doctor Patrick Delly, director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud de Haití, con la emoción de todo graduado de la ELAM, aseguró que ellos representan “un fruto único: los médicos de ciencia y conciencia que ninguna adversidad podrá destruir”. Y convocó a los estudiantes de hoy a “valorar todo lo que se brinda con amor y pasión, que no es otra cosa que el gran esfuerzo de un pueblo que no da lo que le sobra sino que comparte lo que tiene”.

En la emotiva velada, realizada en las cercanías del mar que une a Cuba con el mundo, la ELAM entregó el título de Doctor Honoris Causa a José Miyar Barruecos, quien ha sido profesor de varias generaciones y ha contribuido a que la institución celebre su veinte cumpleaños con resultados relevantes en la formación de profesionales de la salud.

También la Central de Trabajadores de Cuba concedió a la ELAM el sello conmemorativo “80 aniversario de la Fundación de la CTC”; y el Ministerio de Salud Pública otorgó un reconocimiento por este XX aniversario a la institución que ha cumplido con la máxima marcada por Fidel desde su misma fundación: graduar más que médicos, celosos guardianes de lo más preciado del ser humano, apóstoles y creadores de un mundo más humano.