Inédita toma de posesión en Estados Unidos

La toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos tendrá lugar hoy en medio del despliegue de un dispositivo de seguridad nunca antes visto. Más de 25 000 efectivos garantizarán la tranquilidad y el orden en el día de la investidura, después del asalto al Congreso motivado por la retórica incendiaria de Donald Trump.

La ceremonia, además de no contar con la asistencia del mandatario saliente, lo que no ocurre desde 1869 en ese país, resultará muy limitada en cuanto a participantes, por la pandemia y las amenazas y actos violentos de los últimos días, incitados por Trump. De las 200 000 personas invitadas, generalmente, a ese tipo de ceremonia, esta vez acudirán unos mil, entre miembros del Congreso, expresidentes y dignatarios.

Este miércoles, Trump viajará hacia la Florida, donde pretende establecer su residencia permanente en una de sus grandes propiedades, el resort Mar-a-Lago, en Palm Beach.

Se sabe derrotado –aunque no haya querido aceptarlo públicamente–, no solo en las elecciones del pasado 3 de noviembre, sino también en todos los litigios legales e ilegales que armó en su afán por revertir los votos, mayoritariamente favorables al vencedor, Joe Biden, y convertir en realidad su empeño de declarar fraude donde no lo hubo.

También ha sido derrotada su credibilidad en el gobierno y hasta dentro del Partido Republicano, donde han ocurrido deserciones y hay quienes lo acusan por todo lo hecho. Un revés mayor, el de la ética, ha impactado sobre el magnate presidente, por ignorar una pandemia cuyas consecuencias devastadoras se manifiestan en los casi 24 millones de infectados y cerca de 400 000 muertos.

Deja a su país más aislado que nunca y desacreditado internacionalmente, con sus arbitrarias decisiones de tirar por la borda acuerdos internacionales de extraordinaria valía, lo mismo sobre cambio climático que sobre control de armamentos, o una de sus últimas aberraciones: la de sacar en plena pandemia a Estados Unidos de la OMS.

Además del rosario de acciones lamentables, hay males que quedan como oposición al multiculturalismo, la criminalización de los inmigrantes, la naturalización de las noticias falsas y otros modos de manipulación mediática, silencio ante formas de neofascismo, extensión y fortalecimiento de la Doctrina Monroe, políticas de estrangulación económica y cultural para cualquier gobierno considerado «enemigo».

En el caso de Cuba, como expresó el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, el gobierno de Trump arremetió contra nuestro pueblo con ensañamiento y con el respaldo de una feroz campaña de difamación. Sin embargo, «240 medidas de hostilidad han fracasado en el intento de doblegar a los cubanos», afirmó el también miembro del Buró Político del Partido Comunista.

Ante una nueva administración del país que más ha hecho por rendir a la Revolución, la Mayor de las Antillas, sin ingenuas expectativas, y anteponiendo la indoblegable postura de que los principios no se negocian, cree en la posibilidad de una relación bilateral constructiva y respetuosa de las diferencias.

Publicado Por: Granma

Granma nació el 3 de octubre de 1965, fecha de mucha relevancia para la historia de la Revolución cubana. Granma tiene como objetivo principal promover mediante sus artículos y comentarios la obra de la Revolución y sus principios, las conquistas alcanzadas por nuestro pueblo y la integridad y cohesión de todo nuestro pueblo junto al Partido y a Fidel.

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