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El 2 de febrero de 1849 nació en la finca Las Delicias, cerca de Majaguabo, en el municipio de San Luis actual provincia de Santiago de Cuba, José Marcelino Maceo Grajales, El León de Oriente.
A 172 años de su natalicio recordar al intrépido general que intervino en las tres guerras por la independencia de la patria representa el homenaje a quien ni las cruentas batallas, ni la cárcel, ni el destierro, ni el infortunio logró doblegar su amor a Cuba. Por ella peleó doce años, otros catorce sufrió de exilio forzoso y dos en prisión.
La trayectoria heroica del general José Maceo lleva consigo la resolución de alzarse en la Guerra Grande, o secundando a su hermano Antonio en la Protesta de Baraguá además, la acción de ser protagonista sobresaliente de la Guerra Chiquita y vencer con su arrojo a fuerzas superiores en el campo de batalla valiéndose de su coraje.
El Generalísimo Máximo Gómez, en carta memorable a su esposa Bernarda del Toro elogió al General de esta manera: “El General José Maceo era todo verdad…”
Cuenta la bibliografía de la época que en 1884 llegaron a Nueva York, con el afán de liberar a la isla, tres veteranos de la Guerra del 68; Máximo Gómez, Antonio Maceo y Flor Crombet. El apóstol preguntó a Antonio Maceo por José y a lo que el titán de bronce respondió que no había venido con ellos, pero tenía previsto unírseles en Panamá.
De Flor conoció Martí de las proezas del León de Oriente y de sus cien combates, del valor e intrepidez con que enfrentó al enemigo. Al concluir Crombet, los ojos del Maestro dejaron entrever, humedecidos, la admiración por quien de un simple guajiro pasó a dominar el arte de la guerra.
Al decir de la Doctora en Ciencias Historiográficas, Olga Portuondo Zúñiga la privilegiada epopeya de los Maceo Grajales constituye un patrimonio de nuestra colectividad nacional, la de José parte insoslayable de ella por eso el tributo merecido a él y a la familia que luchó por una Cuba Libre y sobre cuyas tradiciones se conformó la ética patriótica del ciudadano cubano.
