El 30 de julio de 1957 y tras una infausta delación es asesinado en el Callejón del Muro en la ciudad de Santiago de Cuba el joven maestro Frank País García junto a su compañero de lucha Raúl Pujol.
Se estremecieron las calles de la heroica urbe oriental y la réplica se sintió en todo el territorio nacional ante el hecho, pues se segaba la vida del Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio, organizador con dotes naturales, de una ejecutoria revolucionaria de dimensiones extraordinarias.
Testimonios de la época afirman que tal era el arraigo de Frank como líder entre la gente que fueron muchas las cuadras de peregrinación tras su féretro y cada año se reedita como muestra de respeto y admiración por el héroe.

En este aniversario 64 las circunstancias de la pandemia por Covid-19 limitan la tradicional expresión popular de ese sentimiento patriótico hacia uno de sus hijos, pero no apartará de nuestras conciencias al joven querido que con solo 23 años como expresara la entrañable Vilma Espín, dejara un legado aleccionador y ejemplar.
Es el 30 de julio fecha de homenaje por Frank y todos los mártires de la Revolución Cubana así se enmarcan en el calendario. En cada palmo de esta tierra heroica mucha fue la sangre por alcanzar la independencia y la soberanía y muchos también los nombres de hombres y mujeres que lo entregaron todo hasta lo más preciado, la vida por esta libertad, con la cual emergimos luego de una sangrienta dictadura.
Es por todos el juramento comprometido de proseguir en aras del desarrollo social teniéndonos a nosotros mismos como protagonistas esenciales para que nadie se aventure a agraviar en ningún tiempo a esta nación que conserva en sí la estirpe de tantos patriotas y con cuyo legado no permitirá nunca el quiebre del cimiento forjado por millones de héroes renovados y genuinos.
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