Si las enormes vicisitudes materiales no han podido detener la capacidad de escribir (cuentos, novelas, relatos, testimonios, poesía…) mucho menos han ensombrecido el saludable placer que significa la lectura.
Por ello, desde mañana, Sancti Spíritus como ya lo hizo Cienfuegos, Villa Clara, Ciego de Ávila y Camagüey suma carpas, estantes, librerías y otros espacios a una feria que, año por año, detona, cual cañonazo cultural, desde La Cabaña, en la capital cubana, para extender su onda expansiva hasta la mismísima Punta de Maisí, en el extremo oriental del archipiélago.
Cita que involucra por igual a niños, jóvenes y adultos de todas las edades, el evento tiene este año la particularidad de desplazarse hacia la parte más colonial de la ciudad como alternativa frente a la compleja situación energética del país.
Novedad será también el intercambio que, por vez primera, prevé el programa con representantes de aproximadamente una decena de editoriales que han confirmado su presencia, oportunidad que no desperdiciarán los escritores del territorio.
Ediciones Luminaria, la editorial del patio, no solo aprovechará la coyuntura para retomar libros que ya vieron la luz anteriormente, y otros de más reciente impresión, sino también para el debut de un grupo de títulos en soporte digital.
Tal y como explicó José Meneses Ortega, director artístico de la feria espirituana, la literatura no estará sola. Gala cultural de inicio, proyectos infantiles a cargo de casas de cultura, espectáculos dedicados a la familia, música campesina, parrandas al estilo espirituano y de Arroyo Blanco o folclor a la usanza de Trinidad… acentuarán lo que todo el mundo sabe: que aquí, en todo el territorio central, en occidente y en todas partes se trata de un suceso cultural.
(Tomado de Granma)
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