Alicia Fernández Valdés, más conocida como Alicia Fernán, locutora, declamadora y actriz relevante en la radio, el teatro y la televisión cubanas desde 1952, ya en 1958 la Unión de la Crónica Tele-radial diaria la reconocía como la locutora más destacada de ese año.
Habanera nacida el 30 de diciembre de 1929, se graduó de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana y en 1951 de declamación en la Sociedad Pro-Arte Musical (en su teatro entonces Auditorium, hoy Amadeo Roldán, en El Vedado, barriada donde reside), y allí comenzó a trabajar en teatro en 1951, se graduó de actriz en 1952 y como tal debutó en 1953, haciendo temporadas además en las salas Talía, Campoamor, El Sótano y Teatro de La Comedia.
Alicia fue también discípula de la profesora Hortensia Gelabert en el Conservatorio Municipal, comenzó en la radio en 1952, y en 1953, en la televisión.
Era la voz que anunciaba el jabón Sabatés y el detergente Tide, firma que le cambió el apellido Fernández por Fernán. Luego la contrató la CMQ, y en 1953 era actriz y declamadora en Radio Cadena Habana y en Radio García Serra; hacía menciones comerciales en distintas agencias publicitarias.
En 1958 trabajó en un ciclo lorquiano en el anfiteatro del Palacio de Bellas Artes, iniciándose al interpretar “La Novia” en Bodas de Sangre, de Federico García Lorca, al lado de la veterana que, a la sazón, ya era Ana Lassalle.
En enero de 1959, en el Patronato del Teatro, trabajó en la obra El águila de dos cabezas; y ese mismo año conoció a Jesús Orta Ruiz, llamado “el Indio Naborí”, en una actividad en el Sindicato de Torcedores, donde recitó el poema Sembrando, del español Blanco Belmonte. Orta Ruiz la incentivó a declamar su poema Carta de una madre rica, en el Festival del Jueves en CMQ TV, que dirigía Joaquín M. Condall, lo que suscitó una crónica del crítico Paco P. que exaltó su declamación, y en el periódico Prensa Libre, sugería:
“Confiamos que este debut aconsejará a los productores, ahora que se han roto las barreras de las exclusividades arbitrarias, a utilizarla en esa cuerda en la que se ha revelado como una notabilidad».
En el mismo año 59 fue notoria su interpretación de la Marcha triunfal del Ejército Rebelde, firmada igualmente por “el Indio Naborí”, con quien formó dúo radial en diferentes programas. En 1961 durante la invasión de Playa Girón, laboró en el noticiero radial Venceremos, donde se ofrecía cada detalle de los acontecimientos y estrenó la Elegía de los zapaticos blancos, bajo la dirección del narrador Raúl Valdés Vivó, lo que le ganó el apelativo que le dio el propio Naborí, de “La brigadista del verso revolucionario”.
Sucede que al fundarse el Instituto Cubano de Radio y Televisión (en adelante, Icrt), se había integrado ya a la Brigada Artística que dirigían el Indio Naborí y Eduardo Saborit, para llevar el arte revolucionario a los campesinos, estudiantes y obreros convertidos en milicianos, que en aquel momento luchaban contra las bandas contrarrevolucionarias alzadas en El Escambray.
Participó en las actividades allí desarrolladas durante la Campaña de Alfabetización (1961), en la cual era la voz de ese noticiero radial Venceremos, y reflejaba mediante poemas del Indio Naborí los sucesos que acontecían a diario, logrando en cada estrofa una fuerza viva del sentimiento revolucionario; la han considerado como si ella fuera el alma del poeta Naborí.
Fue fundadora de los Comités de Defensa de la Revolución y de la Federación de Mujeres Cubanas (en adelante, FMC). En 1961 participó en El guateque de la alfabetización creado por Raúl Ferrer, con dos grupos: uno denominado Conrado Benítez que salió de Mantua desde el extremo occidental del país en Pinar del Río, y el otro llamado Camilo Cienfuegos, que salió de El Cobre desde el extremo oriental en Santiago de Cuba, hasta encontrarse ambos grupos al centro de la isla en Santa Clara, sede del guateque.
Alicia Fernán en la radio, la TV y en las artes escénicas
Alicia Fernán trabajó en la radio, la televisión y el teatro, y marcó pauta con la obra Cañaveral, escrita por Paco Alfonso. En la radio realizó las obras teatrales La estrella de Sevilla (atribuida al dramaturgo español Andrés de Claramonte y ambientada en el siglo XIII), Las alegres comadres de Windsor (comedia del eterno clásico inglés William Shakespeare); Cándida (del trascendente dramaturgo irlandés George Bernard Shaw), Entremeses del gran clásico español Miguel de Cervantes, y Fuenteovejuna, de otro español de siempre: Lope de Vega.
Durante muchísimos años se mantuvo total disciplina trabajando en Radio Progreso en los programas Agente especial, La Novela de las dos, Clave 8.30 y Tu novela de amor, así como en espacios radiales teatrales de diferentes autores; en Radio Arte, en Que piensa Ud.; y en Radio Cadena Habana, en relatos y cuentos. Además, y su voz identificó algunos programas como locutora; en Nosotras, espacio de Radio Progreso que dirigió Carmen Solar, donde usualmente combinó actuación y locución.
A lo largo de su vida, entre los reconocimientos que ha ganado, se destacan la Distinción Raúl Gómez García, el Sello del Laureado, la Medalla de la Alfabetización, la Medalla Conmemorativa del 40 Aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), la Distinción por la Cultura Nacional, el Micrófono de la Radio Cubana, la Distinción Pepe Prieto de las Milicias Revolucionarias, la Medalla como fundadora de la FMC, la Medalla de Fundadora del Icrt, la Medalla de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) por el Aniversario 85 del Natalicio del líder obrero Lázaro Peña; la Medalla Conmemorativa del Aniversario 70 de Bellas Artes; el Sello Conmemorativo del Aniversario 60 de la Fundación de la CTC; Diploma como Fundadora de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac); el Sello Conmemorativo de los 80 años de la Radio Cubana; Menciones por su participación en concursos de actuación por la Uneac; la Condición Artista de Mérito del Icrt; el Diploma “Julio Lot” de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Uneac, y Diploma por los 50 años de Locución, Voz y Sueños.
La destacada radialista en el año 2004 ganó Premio en el Festival Nacional de la Radio en Holguín; en el 2005, fue nominada al Premio Caricato, y en 2006 mereció, por supuesto, el Premio Nacional de Radio por la Obra de la Vida. La voz de Alicia Fernán palpita en el alma sonora de la Patria.
Texto: Dr. Avelino Víctor Couceiro Rodríguez
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