Esta emprendedora mujer asistió como delegada al XI Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas. Trabaja en la Empresa Eléctrica de Villa Clara desde hace cuatro años. Se inició como inspectora comercial en el municipio de Santa Clara, en la Oficina Comercial Capiro y desde el 2022 se desempeña como liniera.
Por sus resultados profesionales y su desempeño en su comunidad en Santa Clara, resultó electa delegada a la magna cita de la FMC.
Con ella conversamos en exclusiva para el sitio web de Radio, la Onda de la Alegría.
Alzar tu voz en el Onceno Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas que representó para la única mujer liniera de, Villa Clara. Ya hay tres en Cuba.
Bueno, para mí alzar la voz en este congreso es demostrar que sí se puede, que las mujeres sí podemos llevar adelante un granito más por esta revolución, que como mismo yo, ya somos tres, que vamos dando el paso al frente. Ya hoy, yo considero que vamos dando el paso al frente que ya hoy yo considero que, en la empresa eléctrica hoy, no existe discriminación alguna, aunque mi camino no fue fácil para llegar aquí porque pasé por muchos, muchos tabúes tuve muchas trabas en el camino por ser mujer.
Tiene una hermosa familia según veo en estas las fotos.
Soy madre de tres hijos que los amo incondicionalmente. Son un orgullo para mí. La más pequeña se llama Angelín de 11 años. La otra se llama Yoselin, con 12 años. Y el mayor ya tiene 17 y se llama Yudani. La más pequeña, me ha dicho, Mami yo quiero ser liniera también.
Cuando estás en esas alturas, en un poste con peligro incluso, que estás trabajando en momentos de reparación porque has estado en lugares también con peligro para tu vida, ¿qué dice Alyuska cuando está en esas alturas y pone en alto el nombre de las mujeres y de Cuba?
Primero, cuidarme. El trabajo de nosotros lleva muchas medidas de seguridad y es lo que tenemos que tener siempre en cuenta para poder virar a casa. Mientras que tengamos, como decimos nosotros, las cinco reglas de oro en la mente, siempre vamos a estar seguros del trabajo que hacemos. Y siendo mujer creo que cuido hasta mis propios compañeros aunque todavía no tengo superación pero espero seguirme superando en esta profesión para llegar a ser instructora te hiciste alguna vez esa pregunta porque yo no si me las hice muchas veces me las hice cuatro años me hice esa pregunta porque cuatro años me dijeron que no, hasta que salió el código de familia. Y gracias a eso, hoy me puedo desempeñar orgullosamente en mi trabajo, como Liniera.
¿Qué le dices a aquellas personas que te cerraron las puertas y tú abriste las ventanas?
Nada, que no me cansé, que seguí adelante y que conseguí mi sueño y que voy a seguir más para adelante. Aquellas muchachas que un día optan por esa especialidad tuya y que tuvieron algún día ese temor, ¿qué le dices a esas muchachas que también tienen sus sueños de ser linieras como tú?
Que no se rindan. Sigan adelante, que ya hoy la mujer está protegida por muchas, muchas leyes. Que sigan buscando organizaciones, que se acerquen a la federación. Que todas, todas que sigan adelante, que consigan sus sueños. Que yo lo pude hacer y ellas también, que no se rindan nunca.
¿Tuviste miedo alguna vez?
Siempre se tiene miedo al principio, pero yo le tuve más miedo. Yo le tuve más miedo a la discriminación, a lo que me hacían, a muchas cosas que yo viví que prefiero dejarlas ahí donde están en mis recuerdos. A eso, pero a caerme, a rayarme, a hacerme moretones. Cuando entramos en la práctica del patio, todos nos hacemos, todos nos damos golpes, todo es lo mismo para todo el mundo, pero era lo que yo quería. Y cada vez que yo me hacía un rayón o me daba un moretón o me pinchaba una mano, me sentía la más feliz del mundo, porque era realmente lo que yo quería. Yo digo que hoy no me paso el día trabajando, yo hoy me paso el día disfrutando, porque yo amo mi trabajo.
Hay un hombre que te respalda, antes eras tú la que respaldaba, cuéntame.
Sí ahora sí me tocó demostrar no solamente a mi esposo me tocó demostrarles a todos los linieros toda una empresa me tocó demostrar que yo era realmente lo que quería, pero que yo podía hacerlo. Que yo tenía la fuerza, el valor y adquirí los conocimientos para obtener esa plaza. Mi esposo fue uno de los primeros en negarse a que yo fuera liniera. Me decía que no, que eso no era un trabajo para mujeres, que, como yo, y le dije, pues sí, es lo que yo quiero. Y hoy por hoy, él mismo se convenció de que soy una de las mejores.
Como liniero, soy uno de los mejores de la empresa eléctrica de Villa Clara, a pesar de que todavía estoy en la menor clasificación.
¿Salarial?
La mejor clasificación porque nosotros somos por escala. Está el grupo 4, está el grupo 6, el grupo 8. Esas escalas son según el tiempo, según la escuela, porque cada dos años, cada un año y medio, te superas de grupo. Y es el grupo cuatro, es el primero, que es donde yo estoy, que es donde se empieza. Dentro de un año y medio, dos años, te superas y eres liniero energizado. Yo ahora soy liniero eléctrico. Después está liniero energizado y liniero especializado. Que después está liniero en caliente y instructor, que es donde yo quiero llegar.
¿Quieres llegar a ser liniero instructora?
Sí, yo le digo a mi profesor que hoy vivo agradecida de él, por tanto, que me machucó también para que yo aprendiera, yo vivo agradecida hoy porque cada día que pasa, hoy por hoy es mi jefe de brigada. Y me lleva bastante estricto porque quiere que yo aprenda. Y yo de capricho quiero aprender porque me gusta. Porque yo amo las líneas. Yo le digo que eso es ahora. Pero dentro de un tiempecito yo lo mando para su casa y le quito el puesto.
Eso está bueno, ¿eh?
Sí. Dice que el alumno supera al maestro. Yo le dije que yo lo voy a mandar para su casa con todo y me voy a quedar con todos sus conocimientos.
¿Una mujer de alta tensión?
Sí. Sí. ¿Cómo no? Yo pienso llegar allá. Entonces, ¿por qué yo no, pero por qué yo sí? Yo sí. Yo sí porque sí. Y voy. Voy a seguir adelante. Voy a seguir llevando mi granito hasta ser una montaña.
Le dijiste a la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas y a todas las delegadas que tú eres una mujer vencedora de imposibles.
Sí, yo me considero una mujer vencedora de imposibles, porque yo esto se veía como un imposible hasta hace un tiempo imposible, y yo nunca me rendí yo todos los años iba y preguntaba ya me dejan, y lloraba igual que un niño chiquito yo quiero, y ya me dejan y no, y no y hoy, para mí fue vencer realmente un imposible porque son tabúes que tiene que pasar una mujer para poder ser lo que realmente le gusta. Y por ser liniera no dejo de ser femenina, no tengo por qué aceptar una falta de respeto. Hoy por hoy todos mis compañeros me respetan, he creado un prestigio con todos y todos me consideran una compañera más de trabajo. Me respetan porque nunca les he permitido falta de respeto. Por el contrario, todos nos llevamos súper bien.
Asistir a un congreso de la federación con tu uniforme, porque hay muchachas muy hermosas que trabajan como doctoras, enfermeras, con uniformes en otras empresas, pero tú exhibiste tus mejores galas este 8 de marzo.
Para mí, estar hoy aquí, 8 de marzo, para mí este es mi mejor ropa, la de hoy. Para mí es el mejor atuendo, como decimos, vaya. Porque más bonita que la que yo traigo puesta, no encuentro ninguna. Para mí hoy es un orgullo vestir este uniforme.
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