Yo tengo una madre del otro mundo, singular como ella sola, única de su tipo en Cuba. Y la infinidad de crónicas que le he dedicado podrían probar mi tesis. Tengo una madre que habla en segunda persona cuando se dirige a una tercera. Tengo una madre que no encuentra los espejuelos cada vez que los necesita y cuando aparece no ser ella asegura no ser ella quien los dejó allí.
