Asuntos pendientes (+Vídeo)

Asuntos pendientes, con guión de la escritora Yamila Suárez y dirección del realizador Rafael («Felo») Ruiz y co-dirección de la primerísima actriz Tamara Castellanos, es el título de la telenovela cubana, que salió al aire —en horario estelar— por el Canal CubaVisión, los lunes, miércoles y viernes.

Dicho dramatizado lleva a la pantalla chica escenas que existen con frecuencia en nuestro medio: mujeres que desempeñan funciones dirigentes, la manera sui generis en que las afrontan y cómo las perciben y asimilan la familia y la sociedad.

La trama incluye conflictos familiares condicionados por la falta de entendimiento, la resistencia de algunos subordinados cuando son dirigidos por mujeres, así como disímiles obstáculos que deben sobrellevar las dirigentes insulares.

El elenco cuenta con artistas de diferentes generaciones; entre los más jóvenes, se encuentran los actores Carlos Solar, Alicia Echevarría, Yasmany Beltrán, Flora Borrego y Belisa Cruz, y entre los consagrados, los primerísimos actores Yía Caamaño, Fernando Hechavarría, Bárbaro Marín, Daysi Quintana, Beatriz Viña, Ulik Anello y Manuel Porto (1945-2021), último trabajo que realizara para la televisión insular poco antes de su lamentable deceso, y Alfredo González, quien —con el carisma que lo distingue en cualquier medio— caracteriza a un sujeto con toxicomanía alcohólica y reprobable conducta psicosocial, que lo lleva a cometer el delito de homicidio.

La mayoría de los actores muestran mesura a la hora de interpretar el personaje que defienden en ese contexto dramatúrgico, no hay sobreactuaciones evidentes, ya que —más allá de la indiscutible calidad histriónica de los artistas— el «broche de oro» en dicho apartado lo otorga la experimentada dirección de actores.

Ese audiovisual desarrolla un drama que mantiene la atención e interés del televidente, despierta pasiones, así como suscita criterios —a veces contradictorios— entre los amantes masculinos y femeninos del género, sobre todo por la polémica línea temática que trata con indiscutible profesionalidad y desde una óptica estético-artística por excelencia, así como por los personajes que la llevan a «puerto seguro», en medio de borrascas y tormentas, que no faltan en ningún proyecto audiovisual.  

Ante todo, habría que destacar que el drama gira alrededor de la vida de tres mujeres empoderadas, que interpretan el papel de líderes en sus respectivos centros de trabajo.

Como resultado, vemos a las protagonistas cómo lidian con diversos problemas laborales, y a la vez, se enfrentan a problemas personales y familiares; de ese modo, reflejan la realidad objetivo-subjetiva de la mayoría de las mujeres cubanas que tienen la responsabilidad de hacerles frente a múltiples compromisos, los cuales logran materializar en la práctica con indiscutible inteligencia global y emocional.

Asuntos pendientes propone un grave problema que aquí y ahora deben enfrentar algunas mujeres: el machismo, ese flagelo social tan adherido —«como la hidra a la pared»— a la mente y el alma de la personalidad básica (concepto antropogénico) de la población tropical, y que —al igual que los demás contravalores que arrastramos desde tiempos inmemoriales— el machismo se debe eliminar por completo de nuestra sociedad. En tal sentido, las protagonistas «tropiezan» —dramatúrgicamente hablando— con algunos hombres que, negados a obedecer a una representante del sexo femenino, les pondrán las cosas bien difíciles, lo cual les produce estrés u otros trastornos emocionales que desencadenan ansiedad («miedo a lo conocido»), angustia («miedo a lo desconocido») y depresión, entre otros síntomas psicofisiogénicos o psicosomáticos.

¿Y qué decir de los personajes protagónicos?

«Rebeca», la protagonista, magistralmente interpretada por la versátil actriz Yía Caamaño, enfrenta —con valentía y coraje— conflictos profesionales, personales y familiares, pero —a la vez— influye de manera positiva en una ingeniera recién graduada que padece las consecuencias psicológicas del machismo; y de ese modo, rinde sincero homenaje a una generación que ha descubierto y consolidado valores que las mujeres no quieren ni pueden perder, y que se está yendo poco a poco, como se oculta el «Astro Rey» en los atardeceres; una generación a la que se debe valorar y agradecer por todo cuanto ha hecho por reivindicar y empoderar a la «flor más bella de la creación».

Por otra parte, habría que destacar las actuaciones —algunas más sobresalientes que otras, como es natural, en dependencia de los más disímiles factores condicionantes— por parte de los artistas consagrados y noveles que desarrollan la acción dramática de esa telenovela, caracterizada —fundamentalmente— por reflejar en la pequeña pantalla un tema de palpitante actualidad, ya que —al decir de la colega Ana María Domínguez Cruz, reportera de Juventud Rebelde— «hombres y mujeres tenemos asuntos pendientes», que urge resolver cuanto antes, agregaría este cronista.

Por último, el director «Felo» Ruiz declaró a la prensa que antes de involucrarse con Asuntos Pendientes creía saber —o mejor entender— lo que significaba el feminismo. Sin embargo, desde que conoció a los personajes que le dan brío y color a ese drama, cambió por completo su perspectiva y enfoque: «Yo creía que el feminismo era otra cosa», expresó el experimentado realizador, y al respecto comentó: «trato de aprender con cada proyecto [audiovisual] y con [la telenovela que estuvo en pantalla] he descubierto conceptos nuevos para mí».

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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