Atisbos en el 21 del 21

El estado de ánimo y las expectativas en casi todo el mundo para el recién iniciado año se reflejan en los ingeniosos mensajes digitales  que representan al que terminó, como negativo y pestilente. No faltaron los referidos a la epidemia mundial con votos de que concluya y no repita. Pero Donald Trump se lleva todas las marcas en cuanto al reflejo de los daños vividos por numerosos pueblos y, sobre todo, por su insistencia en quedase donde ya no le corresponde estar.

Lo representan  en memes donde aparece una y otra vez en medio de reiteradas perretas. Alguien, muy imaginativo, le colocó en un gran tira flechas esgrimido por la mismísima estatua de la libertad que lo expulsa bien lejos. Otros tantos, irreverentes,  lo lanzan aguas abajo del  váter  y no faltan quienesle sacan de en medio a vivo puntapiéen sitio nada simbólico.

A los buenos deseos para darle inicio a este tramo 21 del siglo 21, se le añaden esperanzas de mejor salud y un acentuado tono virtual revelador de cuánto se desea recobrar amables costumbres. Eso se presenta con personas abrazando a sus amigos a distancia, con algo de estelar, vaporoso, apretadito,  preguntando si podremos materializarlo. Otros comparten una sola mascarilla bendecidos por el amor. Así, viajan flores, música evocadora, hermosos deseos.

Y en medio de esas sensibilidades, crece la conciencia ecológica de manera exponencial. Es muy bueno pues la Covid-19 no llego de otro sitio, sino del maltratado planeta que nos alberga y pide a gritos que le den la posibilidad de seguir susténtanos, pero…armoniosamente. Interactuando en los dos sentidos.

Entre los temas significativos que se abren hacia los próximos doce meses, están los efectos del Brexit para el Reino Unido y sus influjos sobre el resto de Europa. Esaexperiencia tiene un dudoso desempeño, pues implica asuntos de orden práctico en suministros, intercambio y servicios en general, así comoajustes internos que pueden dilatarse.

Entre dudas y pequeñas ilusiones, se espera una recomposición de la economía y el comercio, dañados en extenso por la pandemia. Hasta ahora, solo comienza a mostrar signos positivos de crecimiento, otra vez, China. Hago notar el otra vez, porque fue el único país que no se descalabró con la crisis global iniciada en el 2008. Eso habla de solidez estructural y explica por qué se vaticina que antes de lo previsto, estará por encima de Estados Unidos al cual ya, de hecho, supera en varias líneas de avance tecnológico.

El inicio de un nuevo gobierno en Estados Unidos se ve por casi todos como unamejora hacia dentro y en materia exterior, pues  se supone sea, cuando menos, no tan ríspido y sí más llevadero que el cuatrienio recién sufrido. Ese país y cuanto allí ocurra, naturalmente, ocupará atención generalizada, pero por mucho y muy bien que función en Joe Biden y Kamala Harris, recuperar la confianza perdida, dejar atrás los temores generados, el narcisismo y la visón egcentrista entronizados por el mandatario saliente, no será tema sencillo areverdecer.

La nueva administración tendrá que ocuparse de muchos y fuertes problemas. Ante todo, frenar los escalofriantes niveles de contagio y muerte que sigue registrando EE.UU.y, desde la primera etapa, amortizar la enorme y dañina polarización  socio-política existente. Solo  recomponer los vínculos con otras naciones, aplicar algo de sensatez en las relaciones eliminando amenazas y promoviendo una relativa armonía y alivio para las tensiones y desequilibrios, es un compromiso de alta envergadura.

Aunque el nuevo presidente norteamericano tuvo una prueba nada simple cuando participó en el mandato de Barak Obama, y se le supone capacitado para lidiar con procesos caóticos, el actual es particularmente complejo. La sociedad está demasiado polarizada. Esas divisiones  requieren de tratamiento urgente y muy afinado

Los seguidores de Trump también están en las estructuras del poder y seguro van a colocar cuanto obstáculo les sea posible, en un esfuerzo por reconquistar el poder para los republicanos. Trump está dejando serios problemas en el Medio Oriente, sobre todo con respecto a Irán luego de haberle hostilizado hasta extremos insufribles. ¿Una guerra como pretexto para quedare en la Casa Blanca?

El ignominioso problema palestino, siempre tan a favor de Israel y tan expropiado para los árabes autóctonos,   arribó a uno de esos instantes que hacen posible lo peor. Al empoderar a la administración judía usando el apoyo de varios países sobornados para que  reconocieran al estado hebreo, tanto como el resto de las acciones proisraelíes de Trump, dinamita el espacio para futuras reparaciones.

En América Latina se conjugan males viejos con el destrozo del nuevo coronavirus y junto a las políticasmalevolentes e injerencistasde Washington, abren interrogantes al por mayor en el nuevo período. Por fortuna, la recuperación del progresismo en algunos países del área y la posibilidad de quese rescate en otros, aporta pequeñas esperanzas. Los daños del capitalismo neoliberal, atizado además por políticas estadounidenses mezquinas, agresivas,  provocaron el estallido de protestas de envergadura, pero como no están resueltos los problemas que dieron lugar a ellas, deben resurgir.

¿Tendrá Biden la competencia necesaria para enderezar tantos entuertos? ¿Dejará que los pueblos decidan su destino sin imposiciones imperiales? ¿Rebajará el tono de la agresividad intempestiva  impuesta por quien no quiere irse? Por el momento se desconocen la respuestas a esa interrogantes, que, desde luego, no son las únicas.

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Publicado Por: Elsa Claro

Periodista, poeta, narradora de altos quilates, que ejerce el ejercicio del comentario de manera cotidiana y de una excelencia de referencia. Su obra poética ha sido reconocida por el poeta nacional Nicolás Guillén desde sus primeros títulos líricos. Actualmente, este Premio Nacional de Periodismo José Martí transmite sus trabajos periodísticos en el espacio En Vivo Directo. Correo: elsa.claro@icrt.cu

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