Los resultados de numerosos estudios internacionales, incluidos los realizados por organismos del Sistema de Naciones Unidas, ratifican que la exposición prolongada a una atmósfera enrarecida, suele ser especialmente perjudicial para las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, cáncer, mujeres embarazadas, niños y ancianos.
La doctora Rosemary López Lee, investigadora titular y jefa del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera (Cecont), del Instituto de Meteorología, explicó que en Cuba, se verificó que las ciudades con los peores niveles de calidad del aire son: Mariel, Nuevitas, Moa, La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Matanzas, a partir de investigaciones del Cecont durante los últimos 15 años.
«Entre las causas fundamentales de los problemas de contaminación atmosférica observados figuran los errores de planificación territorial en cuanto a la ubicación de los asentamientos urbanos e instalaciones fabriles, el uso de tecnologías obsoletas, sobre todo en la industria y el transporte, junto a la carencia de sistemas de tratamiento eficientes y la reducida disposición de normas técnicas regulatorias», señaló la jefa del Cecont.
Según el inventario nacional de emisiones de las principales fuentes fijas contaminantes, realizado con un alto rigor científico a lo largo y ancho de nuestro país, y actualizado periódicamente, el dióxido de nitrógeno (no2), es el contaminante que más se emite a la atmósfera en Cuba, seguido del dióxido de azufre (so2) y el monóxido de carbono (CO), asociados a la quema de combustibles fósiles.
El país llegó a disponer de una red urbana destinada al control de la calidad de aire, que funcionó con efectividad hasta finales de la década de los 80 del pasado siglo. En la actualidad, bajo la dirección del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), se dan pasos para rediseñar y revitalizar, a corto y mediano plazo, el sistema nacional de monitoreo ambiental, y dentro de él, al Sistema Nacional de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica.
López Lee subrayó que esto «demanda ejecutar un grupo de acciones encaminadas a realizar nuevos estudios para actualizar el comportamiento de ese indicador a nivel nacional, la adquisición de equipos y tecnologías más eficaces enfocadas en medir con la mayor certeza las emisiones de los principales contaminantes, el mejoramiento de los modelos de transporte y dispersión de esos compuestos, junto con la adopción de medidas de mitigación».
(Con información de Granma)
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