El maquillista Antonio (Tony) Cañas cumple 90 años de edad. Con su vasta obra el maquillaje teatral deja de ser un acto decorativo para integrarse plenamente a la obra. Desde 1961, formó parte de diferentes agrupaciones: el Conjunto Dramático Nacional, el Conjunto Folclórico Nacional, Danza Nacional de Cuba, Teatro Estudio, el Teatro Musical de La Habana, la Opera de Cuba y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).
Su primer trabajo con el Ballet Nacional de Cuba (BNC), Patrimonio Cultural de la Nación, fue en 1964. A partir de ese instante, se convirtió por derecho propio en un personaje indispensable para crear atmósferas, sus manos recorrieron la geografía de los rostros imprescindibles de cada ballet y especialmente el de la prima ballerina assolua Alicia Alonso (1920-2019).
Su primer trabajo con la eximia ballerina fue en 1965 con el personaje de Odette-Odile. Cañas evoca que, en esa ocasión, le dijo: «Quiero ser una lágrima en el II acto». «Y me sentí inspirado por aquella imagen poética y hermosa, fue para mí una revelación de la grandeza del arte del ballet y de esta mujer».
En su expresión artística reside lo esencial de este creador: llevar a cada rostro una emoción que se exprese en dolor, magia, fantasía, amor, maldad, al tiempo que recorre diferentes épocas y estilos coreográficos.
En reconocimiento a su fecunda labor artístico-profesional, el maestro Tony Cañas ha recibido numerosos galardones: la Medalla Raúl Gómez García, la Distinción por la Cultura Nacional, la Medalla Alejo Carpentier y el Premio Anual del Gran Teatro de La Habana. Y ha extendido la experiencia adquirida a múltiples interesados en Cuba y en el orbe.
Felicitaciones al artista Tony Cañas por sus 90 años de fructífera existencia terrenal.
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