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Para todo revolucionario, que se precie de serlo sinceramente, intentar parecerse o por lo menos acercarse a los preceptos guevarianos en el proceder diario de la vida, lo principal sería apegarse primero al paradigma de ser humano que fue el Che.
Ernesto Guevara de la Serna fue un hombre cabal y, quien mejor que su amigo de siempre, desde octubre de 1942, Alberto Granado para así definirlo y representarlo además como… sólo un hombre y solamente un hombre y no un ser mitológico, poseedor asimismo de una capacidad moral e intelectual, por encima de la media de la humanidad.
El joven que llegó en el Granma a la mayor de las Antillas, antes recorrió los países latinoamericanos para ahondar en sus raíces y palpar sus realidades; deambula entre su gente, es un observador profundo hasta concluir que definitivamente en estos territorios y en cualquier otro sitio se precisaba de un cambio tendente al mejoramiento humano a través de la eliminación de la opresión de un sistema social que solo conllevaba a la pobreza del hombre y a su sumisión.
La Sierra Maestra lo recibe como guerrillero desde el año 1956 donde se destaca por su valor y arrojo y es ascendido al grado de Comandante, dirige columnas, frentes, participa en encarnecidos combates contra las fuerzas de la tiranía batistiana y como colofón, dirige las acciones en la toma de Santa Clara en diciembre de 1958, factor decisivo en la victoria contundente.
Es en esa panorámica dimensional que la figura del Che, en constante formación ideológica entra en la historia de Cuba integrándose decididamente a un proceso notable y de nuevo tipo en el siglo XX, como lo es la Revolución cubana, la concreción de su ideal de una sociedad de justicia social.
Está entre los cubanos y como tal desarrolla sus labores en un nuevo contexto, desempeña un papel clave en la creación del Instituto Nacional de la Reforma Agraria, interpretando así los deseos de los campesinos de ser dueños de la tierra y de todo aquello por lo que durante años habían luchado.
Asimismo, el Guerrillero heroico contribuyó a la creación del Instituto Cubanodel Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), como instrumento de opinión y de formación de la consciencia individual y colectiva.
Los medios de comunicación también estuvieron en el centro del accionar del Che, desde la misma Sierra Maestra con la creación de Radio Rebelde y luego del triunfoparticipa en el nacimiento de instituciones como Prensa Latina y la Revista Verde Olivo para contrarrestar las campañas de propaganda hostil procedentes de Estados Unidos.
Se convierte el Che en un dirigente creativo y visionario que sabe cómo abordar los principales problemas de la sociedad cubana desde sus responsabilidades como presidente del Banco Nacional de Cuba y titular del Ministerio de Industrias, enfocándose siempre en un modelo de dirección económica para las condiciones de nuestro país.
Adentrarse en el pensamiento y la práctica revolucionaria del Che sobre todo en el Ministerio de Industrias conduce a especificidades en las que hizo mucho hincapié como la calidad de las producciones para medir la eficiencia por considerarla como elemento indisoluble del cumplimiento del deber social en la construcción de la nueva sociedad.
Así, tan tempranamente para la Revolución en abril de 1962, Ernesto Guevara en la clausura de un Consejo de la Central de Trabajadores de Cuba expone: “… calidad es lo que tenemos que darle al pueblo; es una obligación nuestra, una obligación de cada uno como parte de nuestro deber hacia la comunidad, el dar un producto que sirva, y que sea lo mejor posible para su utilización…”
En muchas esferas quedó plasmada la impronta de Ernesto Che Guevara quien en 1965 se despide del Comandante en Jefe, Fidel Castro y del pueblo cubano para ir a otras tierras del mundo a cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo dondequiera que esté… Dejando atrás las esperanzas de constructor y lo más querido entre sus seres queridos.
Desde noviembre de 1966 hasta octubre de 1967 el Che integra un movimiento guerrillero en Bolivia con el que iniciaría la lucha por la liberación americana; en ese heroico empeño es capturado en la Quebrada el Yuro el 8 de octubre y conducido a la escuelita de La Higuera donde es asesinado al siguiente día.
En declaraciones a Rusia Today, la hija del Che, Aleida Guevara March aseguró que la imagen de su padre estuvo siempre viva gracias a la labor de su madre, que trabajó durante toda su infancia “… hablándonos sobre mi papá, contándonos sobre su vida, sobre su manera de ser. Y nosotros lo amábamos. Lo conocimos así, siendo un magnífico revolucionario”.
Hoy, cuando la imagen del Che recorre el mundo en objetos, plegables representando un símbolo de rebeldía, Aleida refiere al respecto…“Siempre trato de decirles que las imágenes pueden ser vacías, lo importante es llenarlas de contenido, llenarlas de su obra, de su vida, conocerlo realmente…”
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció la contribución del Guerrillero heroico al pensamiento revolucionario latinoamericano y mundial incluyendo los manuscritos originales del Che en el Registro Memoria del Mundo, un patrimonio de 1 007 documentos del periodo 1928-1967, de ellos 431 manuscritos originales.
A 54 años de la muerte del Che, varias generaciones seguimos como pautas de nuestras vidas el juramento pioneril de ser como él, como homenaje y compromiso con el Guerrillero Heroico.
