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La comarca de Jagua nació bendecida por los dioses. Desde su origen primigenio esa palabra aborigen significó principio, riqueza, manantial. Y Jagua dio lugar precisamente a Fernandina y después… a Cienfuegos, según cita en un despacho la Agencia Cubana de Noticias.
Los primeros 17 años de la Revolución Cubana le aportaron a la entonces región Cienfuegos, privilegiada por su posición geográfica en el centro y sur de Cuba, y por contar con uno de los puertos relevantes del país, un vertiginoso desarrollo industrial con plantas de producciones únicas y de gran incidencia para la economía nacional. Entre estas las Fábricas de Motores Diesel, Fertilizantes Nitrogenados, y la Terminal de Azúcar a Granel.
La división político administrativa en 1976 convirtió a Cienfuegos en provincia y continuó consolidando su progreso fabril con nuevas generadoras de electricidad, combinados lácteos, hoteles, hospitales y escuelas que hicieron brillar más a la Perla del Sur.
Cuando ganó la primera gran celebración del 26 de Julio en 1984, ya era un territorio portentoso que incidía con gran fuerza en la nación, tales eran los nuevos objetivos económicos como la mayor fábrica de cemento del país, la construcción de la refinería de petróleo y de la central electronuclear.
Muchos cienfuegueros recuerdan las visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz para constatar los avances de las obras, acompañando a algún presidente latinoamericano o africano, o a inaugurar una inversión. Algunos aún guardan en la memoria aquel día en que el Líder Histórico de la Revolución Cubana conducía el vehículo que le transportaba por el Paseo del Prado de Cienfuegos y la multitud entusiasta le daba la bienvenida.
El año 1992 fue atípico. Por primera vez el 26 de Julio no se celebraba en ese mes. Cienfuegos mereció la sede, que uniría con el aniversario 35 del levantamiento armado popular del 5 de Septiembre.
Días antes, sobre las cuatro de la tarde y bajo una pertinaz llovizna, Fidel se reunió con los miles de trabajadores de la Central Electronuclear de Juraguá. Habló claro como siempre, y explicó las razones por las cuales cerraba la llamada Obra del Siglo, como consecuencia del derrumbe de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Tras su caída, depondrían sus banderas el bloque de países socialistas de Europa del este.
Había comenzado poco antes el Periodo Especial en Cuba, una etapa de crisis económica y financiera que redujo en gran medida las capacidades comerciales del país.
Toda Cuba sufrió las afectaciones, sobre la cual Fidel subrayó: “Cienfuegos ha sido una de las provincias más afectadas por este desastre socialista, la fábrica de nitrógeno está parada, la fábrica de cemento está con un mínimo de producción, muchas industrias de materiales están paradas, la refinería cuya primera etapa se terminó no pudo echar a andar por falta de combustible”.
A pesar de ello, en 1999 Cienfuegos ganaría de nuevo la sede por el 26 de Julio. La provincia se sacudía las estrecheces para empinarse sobre las dificultades.
Aquella frase de Fidel de que los cienfuegueros son firmes, quedaba confirmada en toda la extensión de la palabra.
Hoy, tras dos años de la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico de los Estados Unidos a Cuba, el territorio se alza con su cuarta sede nacional por el 26 de Julio.
En tiempos difíciles han sabido crecerse, sobre todo en la producción de alimentos mediante polos productivos devenidos verdaderos emporios agrícolas.
Con deudas, sí, pero no renuncian a completar los módulos pecuarios que aporten a los cinco kilogramos de proteínas per cápita.
En especial, los más de 20 mil cooperativistas del territorio, con gran parte de la tierra cultivable, cumplieron el reto de ganar la sede nacional del Día del Campesino Cubano en mayo de este año, y ahora deben continuar con la cuota diaria de alimentos a los hogares y centros estatales como hospitales, círculos infantiles y hogares maternos y de ancianos.
La menuda Cienfuegos, en extensión territorial y poblacional, ha sido la única en cumplir desde su implementación y durante tres años consecutivos el Programa Nacional de la Vivienda, con más de tres mil casas y ya va con paso acelerado en esta cuarta etapa.
Una pequeña provincia que ha brillado con los numerosos ensayos clínicos contra la COVID-19 en estrecho vínculo con el Instituto Finlay de Vacunas, y entre los que se pudiera mencionar Soberana Centro, aplicado en los municipios Cruces y Palmira, o ser los pioneros en el mundo en comenzar la vacunación en edades pediátricas desde los dos hasta los 18 años.
