En Cienfuegos y Villa Clara activan un plan de cooperación para asegurar el suministro de agua a los pobladores de ambas provincias, ubicadas en la región central país, ante la persistente sequía que les afecta. Esta iniciativa, aparece como una solución práctica de ingeniería hidráulica que busca mitigar los efectos de un fenómeno climático que perjudica a gran parte del archipiélago cubano.
Una publicación del periódico cienfueguero Cinco de Septiembre explica que la estrategia consiste en un trasvase de agua desde la Presa Hanabanilla, ubicada en Villa Clara, hacia la presa Paso Bonito, principal fuente de abastecimiento de la ciudad de Cienfuegos. La operación utiliza un sistema de bombeo y canales preexistentes que movilizan personal y recursos técnicos especializados para garantizar su máxima eficiencia.
La Gobernadora de Cienfuegos, Yolexis Rodríguez Armada, calificó la situación como compleja y que demanda «medidas innovadoras». El trasvase interprovincial es una muestra de esta gestión proactiva para enfrentar la crítica escasez hídrica.
Sin embargo, las autoridades han sido enfáticas en aclarar que se trata de una solución temporal, diseñada para paliar el impacto inmediato en los niveles de la fuente cienfueguera. Subrayan que esta acción no reemplaza la necesidad de encontrar soluciones estructurales y de largo plazo para la gestión del agua.
Según Rainier Álvarez Rojas, director del Acueducto local, la sequía ha impactado 18 fuentes de abasto en la provincia y afecta a más de 23,000 habitantes. El municipio de Lajas es el más crítico, con ciclos de distribución que superan los 40 días debido exclusivamente a la falta de agua.
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