Comienza la era Biden en la presidencia de Estados Unidos

El demócrata Joe Biden acaba de asumir formalmente la presidencia de Estados Unidos, en un traspaso de poder frente al Capitolio de Washington, encabezado por el vicepresidente saliente, el republicano Mike Pence, tras negarse un despechado y vengativo Donald Trump a cumplir con la tradición.

A su vez, Kamala Harris, de 56 años de edad, exfiscal y compañera de fórmula de Biden, juró también el cargo, haciendo historia, al convertirse en la primera mujer, la primera afroamericana y la primera de ascendencia del sur de Asia que alcanza la vicepresidencia.

La inauguración de la era del hombre de mayor edad en llegar a la Casa Blanca, con 78 años, se realizó en medio de un inédito despliegue de seguridad, por la ola de violencia que se desató dentro y fuera del Congreso el pasado 6 de enero, instigada por Trump.

Además, el acto fue único en la historia estadounidense, porque la presencia física de público fue extremadamente limitada para cumplir con las medidas de restricción destinadas a impedir la propagación de la epidemia de la COVID-19.

Por eso, en representación de los cientos de miles de espectadores que no pudieron viajar a Washington como lo hacen cada cuatro años para asistir a la investidura presidencial, cerca de 200 mil banderas fueron desplegadas en la explanada conocida como el National Mall.

Las banderas fueron acompañadas por 56 pilares de luz que representan los 50 estados y territorios de Estados Unidos y reflejan el lema de la inauguración del mandato de Biden: “América Unida” 

En su discurso de investidura de este mediodía, la unidad fue precisamente el tema principal de Biden, quien tendió la mano a todos los estadounidenses para superar las profundas divisiones que vive el país y hacer frente a los desafíos extraordinarios.

En cambio, en otra ruptura de la tradición, Donald Trump y su esposa Melania abandonaron actos vigentes por 100 años entre la pareja presidencial saliente y la entrante.

Además de negarse a traspasar el cargo a Biden, Trump no lo felicitó y mucho menos lo invitó a tomar el té en la Oficina Oval como marcan las tradiciones.

Tampoco Melania Trump llevó a cabo su último deber como esposa del Presidente de Estados Unidos, que es invitar a la siguiente Primera Dama, la doctora Jill Biden, a tomar el té y darle un recorrido por la Casa Blanca.

Horas antes de la toma de posesión de Biden, Trump abandonó Washington esta mañana para volar a su club Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, donde tiene la intención de instalarse.

En una declaración antes de abandonar la Casa Blanca, Trump enumeró los logros de su gobierno y, desafiante, prometió a sus seguidores que volverá de alguna manera. 

Pero Biden espera desde su primer día como presidente enterrar hoy la era Trump, con un plan que incluye órdenes ejecutivas que marcarán un fuerte contraste y ruptura con las políticas del mandatario saliente.

Entre las principales medidas para repudiar las acciones previas de Trump, se espera que Biden apruebe este miércoles la reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París de lucha contra el Cambio Climático y el fin del veto migratorio a ciudadanos de países de mayoría musulmana.

Este mismo día, Biden firmará la prórroga para la devolución de préstamos a universitarios, la ampliación de la moratoria contra los desahucios, y el uso obligatorio de mascarillas en instalaciones federales y viajes interestatales.

Mañana, Biden rubricará también varias acciones ejecutivas destinadas a cambiar el curso de la crisis de la COVID-19 y reabrir escuelas y negocios de manera segura.

El viernes, el presidente electo instruirá a su vez a las agencias de su gabinete para que adopten disposiciones inmediatas con vistas a brindar alivio económico a las familias trabajadoras que soportan la peor parte de la crisis del coronavirus.

Por último, entre el 25 de enero y el 1 de febrero, Biden abordará la crisis climática, la reforma de la justicia penal, tomará medidas para ampliar el acceso a la atención médica y avanzará para reformar la inmigración, incluida la reunión de familias separadas en la frontera bajo la política de inmigración de Donald Trump. 

Algunas acciones de Biden están programadas para ejecutarse en sus primeros diez días de gobierno; otras para sus primeros cien días, no solo con el objetivo de revertir los daños más graves de la Administración de Trump, sino también para comenzar a hacer avanzar a Estados Unidos.

Los analistas coinciden en que la agenda de Joe Biden tiene por delante una pandemia furiosa, una crisis económica, un país dividido y profundas heridas raciales.

A juicio de la profesora de Comunicación en la Universidad Penn State, Mary Stuckey, lo singular para Biden no es tanto que haya una crisis, sino la cantidad de crisis que compiten entre sí, con la pandemia de la COVID-19 como la mayor.

Biden ya trazó un plan multifacético para combatir la pandemia, que incluye un mayor número de pruebas y rastreo epidemiológico, así como la vacunación de 100 millones de personas en sus primeros 100 días de gobierno.

Esos primeros cien días se pueden complicar todavía más debido al juicio político contra Donald Trump, a quien la Cámara de Representantes acusó de incitar a la insurrección de sus partidarios, con el asalto al Congreso el pasado seis de enero.

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Publicado Por: Radio Cubana

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