La vigésimo novena edición del Curso de Verano, que organiza el Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC) llegó a su tercera y última etapa con la alegría, el aprendizaje de las más disímiles disciplinas danzarias, y mucho más como divisa fundamental entre todos los participantes: cursistas y profesores.
Quienes se acercan a ese curso tienen la oportunidad de intercambiar con prestigiosos maestros y bailarines, que imparten clases de ballet, flamenco, bailes urbanos, populares cubanos, folclore, coreografía y danza fusión (sello distintivo de la compañía); además, de presentarse en algunos de los escenarios paradigmáticos de la capital de todos los cubanos.
En esta etapa estival, LADC invita a compartir el sábado 12 de agosto lo aprendido en el Anfiteatro del Centro Histórico de La Habana Vieja, una institución con más de ocho décadas de historia cultural.
Para orgullo de la agrupación, tan cubana como universal, por sus salones han transitado cientos de niños, adolescentes y jóvenes de diversas ciudades de la mayor isla de las Antillas y del mundo, para llenar el coliseo de La Habana Vieja de danza, música, poesía, luz, color y mucha vibra positiva, que tanta falta les hace al intelecto y el espíritu, no solo de quienes participan como cursistas o profesores en esas actividades académicas, sino también al público capitalino que sigue fielmente a una de las mejores compañías de su tipo en el orbe.
En ese contexto músico-danzario, el auditorio pudo disfrutar de la presentación de todos los estudiantes que participaron en el evento, además de los invitados especiales: el Ballet Infanto-Juvenil, los integrantes de la carrera profesional y la actriz Amarilys Sánchez.
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