Cosas de muchachos

Cosas de muchachos, con guion y dirección del realizador audiovisual Alain Finalé, es el título del teleplay que saliera al aire por el Canal CubaVisión, en el contexto del gustado espacio infanto-juvenil Una calle, mil caminos, como parte de la programación estival correspondiente al año en curso.

La trama de ese dramatizado trata el vigente tema del Bullying o acoso escolar, que no obstante la invisibilidad mediática de que es objeto, así como su poco tratamiento por los profesionales insulares de la salud mental, afecta a un porcentaje nada despreciable de niños y adolescentes que estudian en las escuelas primarias y secundarias básicas del archipiélago cubano.

Con respecto a esa compleja línea temática, Alain Finalé confesó«que esas historias de [Bullying o]acoso escolar, no solo lo marcaron [en lo profesional], sino también [en lo personal]. Por lo tanto, ese audiovisual reflexiona además sobre la función desempeñada por las familias y los centros escolares en el apoyo a las «víctimas» de ese tipo específico de violencia que, según los psicólogos y psiquiatras infanto-juveniles que han tratado y estudiado ese polémico tema, deviene sin duda alguna un problema de salud mental, que lesiona tanto a las «víctimas» como a los «victimarios» si tenemos en cuenta el aforismo indo-americano de que «lo que hiere a la víctima, hiere también al victimario»-

Como fenómeno, el Bullying o acoso escolar se subvalora mucho, por eso es premisa fundamental en la obra, que los adultos que rodean a esos niños que son violentados muchas veces no le dan la importancia que requiere, piensan que son «cosas de muchachos» y el Bullying puede convertirse en un fenómeno muy peligroso, ya que la persona acosada siente que está sola, que no tiene a nadie que la apoye, porque muchas veces eso ocurre a espaldas de la institución educacional, de la familia, y de los adultos que rodean a esos niños.

El dramatizado, que protagonizan los estudiantes de la Escuela Nacional de Arte (ENA): Emily Hernández, Julio Yúnior Hervís y Brayan Ramírez Espinosa, transcurre en la Secundaria Básica «José Luis Arruñada», donde estudiantes y profesores también apoyaron el proceso de filmación. El desempeño profesional de esos bisoños actores se caracterizó, fundamentalmente, por la seriedad, naturalidad, espontaneidad y madurez artística que condicionan todas y cada una de las intervenciones de esos encantadores jóvenes en la acción dramática.

Dicho telefilme propone circunstancias complejas por lo que contó con el acompañamiento del Ministerio de Educación (MINED). Cosas de muchachos suscita sentimientos y deviene un llamamiento urgente de atención en la orientación a nuestros niños, adolescentes y jóvenes en el difícil proceso de crecer intelectual, humana y espiritualmente.