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Cuba recuerda hoy el aniversario 127 de la voladura del acorazado Maine en la bahía habanera, un suceso que desencadenó la Guerra Hispano – Cubana – Norteamericana.
El acorazado de la marina de Estados Unidos, arribó a La Habana el 25 de enero de 1898 para una visita de rutina, y días después, en la noche del 15 de febrero, una detonación sacó del agua la mitad del buque, que terminó hundiéndose y causando la muerte a más de la mitad de la tripulación.
El canciller Bruno Rodríguez señaló que utilizaron «la explosión del acorazado Maine en la bahía de La Habana para intervenir en Cuba y robarnos la independencia tras 30 años de luchas».
Historiadores coinciden en que el hecho fue el pretexto norteamericano para inmiscuirse en la guerra independentista contra España, que finalizó con una intervención militar y la instauración de una República sometida a los intereses del país vecino.
El presidente norteamericano William Mackinley presentó un informe en el que solicitaba autorización para entrar en guerra con España, el cual fue aprobado por el Congreso. Paralelamente, en la comisión de Relaciones Exteriores del Senado se presentó un anteproyecto de resolución conjunta, en el cual se exigía la renuncia de España de su soberanía sobre Cuba y autorizaba a McKinley a emplear la fuerza para cumplir los fines planteados.
El 25 de abril de 1898 fue declarada oficialmente la guerra, aunque ya desde el 22 se había establecido un bloqueo naval. Más tarde, el 22 de junio se produjo el primer desembarco de soldados estadounidenses al este de la oriental ciudad de Santiago de Cuba.
(Con información de Prensa Latina)
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