Cultura cubana, nuestra identidad

Cuando un país, una región o una población se fundan, nacen, también, sus rasgos y peculiaridades identitarias. Esas distinciones son lo más importante, porque precisamente es lo que va a representarlos en la sociedad. Por ende, se convierte en su orgullo e idiosincrasia.

El guaguancó, el congrí, cerdo asado y la yuca con mojo, los carnavales,el café fuerte y amargo, Santa Ifigenia, la Virgen de la Caridad del Cobre y el vaso con agua, Baraguá, el dominó en la esquina y las constantes jaranas (incluso hasta de nuestros propios males), Oshun y Yemayá, la guayabera, tabaco y azúcar; Alicia Alonso, las congas y comparsas, la Guantanamera, la rumba, el béisbol, el trato familiar y solidario al vecino, Fidel, Cuba…

Esto es Cuba, nuestra cultura e identidad. Y no hace falta una definición etimológica o enciclopédica para evidenciarlo, basta solo con mencionar tales componentes o características para expresar quiénes somos y de dónde venimos.

Al estudiar nuestra historia, desde los primeros registros, nos percatamos de que siempre hemos sido una nación rica en cultura y tradiciones, atrayente, además, por una exquisita autenticidad y dinamismo. A pesar del tiempo hemos logrado conservar muchas de esas raíces culturales, otras, lamentablemente, han pasado al olvido aunque hemos logrado rescatar varias.

“En el caso de Cuba, están las huellas de la mezcla entre las culturas aborigen-hispana-africana durante los inicios de nuestra historia. Esto se evidencia en el vocabulario, por ejemplo: Bayamo, Cuba, Toa; alimentación: casabe, guayaba, mamey, vino, potajes; técnicas agrícolas; instrumentos de trabajo; religiones (cristianismo, cultos africanos). Todo esto conformó al criollo, lo que somos, descendientes de esas culturas”, explica la profesora de Historia de Cuba, Isabel Morilla Queipo.

El carácter y los valores autóctonos también se forjaron junto a estas costumbres. El choque de intereses, entre las diferentes culturas, a lo largo de los años, fue la causa que dio lugar a esa personalidad cubana, intacta aún hoy. La lucha por la libertad, se convirtió, además, en la lucha por defender la originalidad, y que por su significación, a partir de ese momento, sería la lucha cada día por salvaguardar la esencia y emociones de los nativos.

Así, somos reconocidos en el mundo por muchos aspectos. Poseemos una gran capacidad para socializar, podemos hablar de cualquier tema sea cual sea el momento, gracias a nuestra preparación, somos solidarios y hospitalarios, extrovertidos, creativos e ingeniosos, nos gusta bailar y reírnos, sabemos agradecer. Esto es expresión de nuestra tierra.

Estamos orgullosos de nuestro origen, y lo demostramos día tras día. Somos reconocibles e incomparables, sea cual sea el lugar donde nos encontremos, así como nuestra idiosincrasia es popular y admirada por muchísimas personas dentro y fuera de la isla.

Publicado Por: La Demajagua

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