Darío Croc: como luchador social siempre he estado comprometido con la verdad

El recuerdo del escritor y periodista uruguayo-cubano Darío Croc Ures (1951-2021), con quien compartí labores profesionales en el Sitio Web de Radio Progreso durante varios años, viene hoy a mi mente. A la memoria del inolvidable colega y amigo, dedico esta entrevista, que tuvo la gentileza de concederme con motivo de la publicación de su obra La colonia tupamara en Cuba, dada a la estampa por la editorial suramericana Argumentos.

La publicación de ese texto le sirvió de «pie forzado» a este cronista para establecer una fluida charla con Darío Croc, licenciado en Periodismo y máster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana, además de miembro de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).

Durante cuatro décadas, ejerció el periodismo en varios medios nacionales y provinciales de prensa, y era la primera vez que presentaba sus credenciales como escritor.

¿Cuál fue la motivación fundamental que lo llevó a incursionar en el campo de la literatura, y concretamente, en el de la literatura histórico-social?

Existen géneros periodísticos muy cercanos a la literatura. Como periodista siempre he cultivado esas formas periodísticas. Por lo tanto, independientemente de un interés personal por incursionar en la literatura, al impulsar el desarrollo de esos modos de hacer periodismo, en los casi cuarenta años de profesión, he estado muy cercano a la literatura. Por último, creo que la profesionalidad no debe estar separada de nuestra humanidad, y es por eso que la realidad sociopolítica del continente obliga al periodista a ubicarse en la función de testigo-protagonista­ de ese contexto, para —con las armas de su profesión— informar y denunciar, en un intento de transformar la situación.

Esas son las razones fundamentales que motivaron incursionara en el campo de la literatura histórico-social para desarrollar una esfera de la historia reciente de mi país.

¿Podría reseñar los resortes cognoscitivos y espirituales que lo impulsaron a desarrollar la línea temática relacionada con la presencia de los tupamaros en la mayor isla de las Antillas?


A principios de los años setenta del pasado siglo, en toda Latinoamérica, fueron impulsados diversos golpes de Estado que, con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, implantaron en el poder dictaduras cívico-militares por más de una década.

Como colofón a tal situación, esas tiranías pusieron en práctica el tristemente célebre Plan Cóndor, mediante el cual se persiguió, apresó, torturó, asesinó y desapareció a los luchadores sociales de los diferentes países latinoamericanos.

Es en ese contexto que, ante los masivos arrestos, asesinatos y desapariciones, las distintas organizaciones guerrilleras quedan en extremo estado de debilidad, lo que les permite a las fuerzas armadas de varios países impulsar una ofensiva militar que culminaría con la derrota de las estructuras armadas opuestas al fascismo galopante por Latinoamérica en ese entonces.

Tanto es así que, miles de militantes políticos y luchadores sociales se ven obligados a emprender el camino del exilio. Muchos de ellos, provenientes del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, llegaron de esa forma a Cuba, que generosa y solidariamente nos brindó refugio.

Con el discurrir del tiempo, diferentes organizaciones guerrilleras sufrieron un proceso de divisiones que las condujo a su destrucción, y dejaron como consecuencia huellas en los ex militantes. Como luchador social, siempre he estado comprometido con la verdad, por lo que creo que es un derecho inalienable del ser humano conocerla. Además, el haber sufrido en carne propia las graves secuelas de la derrota, sumado a la oscura trayectoria de algunos otrora dirigentes, más la frustración generada en la base al quedar al descubierto tales acciones, renuevan ese compromiso en dar a conocer la autenticidad de lo acontecido en ese exilio caribeño en las llamadas «colonias».

Hasta donde yo conozco, ese es un tema virgen o poco explorado —y mucho menos explotado— en la literatura histórico-social cubana. ¿Podría explicar las razones de esa poca atención que se le ha prestado a la participación de los tupamaros en el proceso de construcción de nuestra sociedad?

Efectivamente, como usted bien asevera, ese es un tema virgen o poco explorado, y mucho menos explotado, en la literatura histórico-social general. Que yo tenga conocimiento, es la primera vez que se trata en la literatura el tema de la organización guerrillera en el exilio, y pienso que si bien es cierto que ese grupo de exiliados uruguayos se integró y aportó en las diferentes esferas de la sociedad cubana esa contribución quedó integrada como parte del gran esfuerzo que realiza el bloqueado pueblo cubano por construir una sociedad mejor.

De las muchas anécdotas, experiencias y vivencias registradas en el archivo mnémico del autor durante el proceso de investigación histórica, periodística y bibliográfica, a los lectores les agradaría que relatara alguna que le haya dejado una impronta en su memoria poética.

Indudablemente, como se puede apreciar en el libro, es amplia la bibliografía consultada en el proceso de investigación para la elaboración del texto, y la mayor huella que dejó en mí ese procedimiento es evidenciar la facilidad con que el ser humano es arrastrado, en ocasiones, por el sectarismo y la vanidad disfrazados de altruismo, y digo esto porque mientras hay muchos que vivieron la gesta y hoy discrepan, o se niegan a hablar de ella, hay otros que, tampoco hablan, pero coinciden con lo expuesto en el texto. Lo triste es que ni unos ni otros tuvimos espíritu crítico para evitar un final tan deplorable.

 
El proceso de redacción y edición de un libro deviene una tarea compleja y complicada. ¿Podría mencionar los principales obstáculos que, en un momento determinado, pudieron interferir con que ese volumen viera la luz de la publicidad?

Como en todo texto que toca algún aspecto de la realidad histórico-social, o el pasado reciente, un obstáculo resultó el desinterés de algunas mentes obcecadas, retrógradas, apasionadas en ocultar, omitir o desvirtuar lo acontecido, y que buscan encubrir la verdad. Esa realidad de carácter político, sumado al carácter comercial que las grandes editoriales le han otorgado a la literatura, hace muy difícil que un texto de la índole de La colonia tupamara en Cuba. Un testimonio sea aceptado de inmediato por cualquier casa editorial.

¿Algo que desee agregar para que no se le quede nada en el tintero?

Este texto trata de ser un mensaje a las nuevas generaciones, a la juventud latinoamericana actual, para que ella, al desarrollar su experiencia, como ya lo hace, en busca de un posible mundo más equitativo, donde prevalezca la justicia social, tenga en cuenta las prácticas, aciertos y errores de las progenies que la antecedieron. Sin ser un texto autobiográfico en el epítome cuento pasajes de mi vida, a modo de mostrar el proceso de maduración ideológica vivido por miles de jóvenes latinoamericanos, integrantes de una generación que —en su momento— dio una respuesta, más allá de acertada o no, a las dictaduras que se instalaron en el continente.

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Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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