Debuta Acosta Danza Yunior en el Teatro Martí

La emblemática compañía Acosta Danza, que jerarquiza el primer bailarín y coreógrafo Carlos Acosta, Premio Nacional de Danza 2011, festejó el nacimiento de la subdivisión juvenil Acosta Danza Yunior, integrada por bailarines recién egresados de la Academia que funciona en esa prestigiosa agrupación danzaria.

El debut de su bisoño elenco tiene lugar los días 9, 10 y 11 de febrero, en el legendario Teatro «Martí», adonde lleva el espectáculo Green Shoots (Retoños verdes), y está estructurado sobre la base de las siguientes obras:

Nosotros, un dúo de los artistas Beatriz García y Raúl Reinoso, que es visto por primera vez en la capital de la mayor isla de las Antillas, en la versión creada para el espectáculo On Before de Carlos Acosta; la dupla creativa de los artistas Thais Suarez y Norge Cedeño firman el reestreno de Híbrido, coreografía que ha sido objeto de una revisión casi total por sus autores; y como momento especial, el público y los colegas de la prensa especializada que cubren esas funciones disfrutaron del estreno mundial de Fuga, obra de la primera bailarina y coreógrafa Susana Pous, diseñada especialmente para esa recién estrenada agrupación.

El título de esa agrupación: Acosta Danza Yunior establece un juego de palabras con el segundo nombre de Carlos Acosta y la voz latina iunior, que significa «más joven que […]» utilizada ampliamente para referirse a personas que comienzan su desarrollo en una disciplina profesional.

Acosta Danza Yunior aprovecha la potencia y la audacia creativa de los más jóvenes bailarines profesionales en el camino hacia una renovación expresiva. Es el resultado del plan de estudio especial de la Academia Acosta Danza, que cohesiona todas las especialidades danzarias en un mismo nivel, el cual se inserta, a su vez, al sistema de educación artística cubano que todos los años gradúa a bailarines de probada calidad y excelencia técnico-interpretativa.

Acosta Danza Yunior incorpora a sus presentaciones la labor de coreógrafos, músicos, diseñadores, técnicos escénicos y artistas visuales de la isla y de otros países

Con la premier oficial, que cuenta con la dirección general del multilaureado director de Acosta Danza y del Birmingham Ballet, el nuevo conjunto artístico persigue una línea contemporánea, con clara influencia de la danza moderna insular y los bailes folclóricos y populares de la isla, sin dejar de lado, en modo alguno, el desarrollo técnico del ballet clásico.

Cada puesta en escena de Acosta Danza me permite descubrir, desde los puntos de vista psicológico y estético-artístico, algo nuevo que los integrantes de la popular agrupación le aportan al desarrollo del arte danzario, y lo más significativo, según mi leal entender y sano juicio, es la encantadora juventud de sus integrantes, sobre todo los que componen el elenco artístico de Acosta Danza Yunior.

Esos chicos acaban de salir de las aulas docentes de la Academia, donde recibieron, interiorizaron e incorporaron a su inimitable estilo de danzar la depurada técnica académica, que condiciona la enseñanza impartida por los miembros de un claustro pedagógico de primer nivel, encabezado por el maestro Carlos Acosta; contexto docente-educativo, donde no solo aprendieron lo mejor de la técnica académica y la interpretación teatral, sino también a intelectualizar y espiritualizar los recursos teórico-prácticos en que se estructuran los disímiles géneros danzarios que los bailarines cultivan con la artisticidad y profesionalidad que los caracteriza en cualquier escenario nacional o foráneo, así como a descubrir, en las clases, en la barra o en el proscenio, los valores éticos, estético-artísticos, humanos y espirituales que identifican a un bailarín integral.

Y qué decir de la forma sui generis de mover el cuerpo y el alma de ese mestizo, que vive, ama, crea y sueña en la «Perla del Caribe», y que, sin duda alguna, está tocado por la «magia» del «Ángel Lezamiano de la Jiribilla», de los dioses griegos o de los orishas afrocubanos, que le otorgan la «dosis exacta» de sensualidad y cubanía que lo distingue como un bailarín único e irrepetible en cualquier escenario del orbe; ingredientes fundamentales en que se sustenta la personalidad básica (concepto antropogénico) de la población caribeña.

No olvidemos que la danza, en cualesquiera de sus manifestaciones, no es solo llegar al mejor paso, ni la estética con que se interpreta cada movimiento, sino sentir la música, exteriorizar lo que hace vibrar el alma, y demostrar que el corazón palpita a tono con las complejidades de la coreografía.

No me asiste la más mínima duda de que los bailarines de Acosta Danza Yunior han llevado a la praxis danzaria dichos indicadores metodológicos, ya que se propone convertirse en una de las más atractivas cartas de presentación de la cultura joven de Cuba, y estoy seguro de que lo logrará.     

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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