Decisión: una mirada desde el psicoanálisis ortodoxo

«Decisión» es el título del penúltimo capítulo de la polémica serie Rompiendo el silencio, que trasmite el Canal CubaVisión, dirigen los realizadores audiovisuales Rolando Chiong y Legna Pérez Cruzada, y protagonizan los carismáticos actores Roly Chiong y Carlos Solar.

Ese dramatizado trató —con sutileza y profesionalidad digna del más cálido elogio— un tema, hasta hace relativamente poco tiempo, tabú en la pequeña pantalla insular: la relación homoerótica masculina.

En dicho capítulo, los creadores de esa singular historia suscitan la atención e interés de los televidentes en un matrimonio en crisis, un esposo que concientiza —no sin antes librar una fuerte lucha, primero entre el ello (inconsciente)y el yo (conciencia), y posteriormente, entre el yo y el superyó (código ético-moral que regula las relaciones interpersonales y sociales del individuo en el contexto donde desenvuelve sus actividades cotidianas, y que responde a las normativas impuestas por la aún vigente programación socio-cultural: «el hombre tiene que ser macho, varón, masculino»), la atracción erótica que siente hacia un compañero de trabajo, que le corresponde, una mujer, que impulsada por los deseos de venganza, que emergen del componente instintivo del inconsciente freudiano, emprende una campaña de descrédito hacia su excónyuge, y utiliza como escudo al hijo, para estropear la relación emocional satisfactoria que el chico tiene con el progenitor.

Si bien el homoerotismo es un tema áspero y muy difícil de tratar en los medios de comunicación, no obstante ser objeto de estudio por parte de las ciencias psicológicas y sociales, que lo perciben como una variante más del comportamiento sexual humano, y no como una afección psíquica, vicio o degeneración moral, como todavía sostienen ciertos sectores religiosos y poblacionales, la teleserie Rompiendo el silencio desmonta prejuicios y rompe lanzas, al incorporar concepciones teóricas contemporáneas que consideran la supremacía machista como una camisa de fuerza, que encierra al hombre en una «cárcel invisible», creada por la mente humana, que le impide manifestar emociones externas o distanciarse un ápice de los patrones machistas y homofóbicos establecidos por la programación socio-cultural desde tiempos inmemoriales.

En el desarrollo de la acción dramática, uno de los protagonistas lo mismo hace uso de los signos viriles, que recurre a la fuerza física para defender su dignidad humana, colocada en tela de juicio, le rinde culto al deporte, no se abstiene de manifestar cariño y afecto, tanto a su vástago, que tanto necesita esas manifestaciones afectivas por parte del padre, como a su compañero en el taller de mecánica, donde nació, creció y se consolidó el vínculo erótico entre esos dos hombres.

En «Decisión», prevalecen la sinceridad, así como una mirada descarnada, sin tapujos, en relación con el sexo y el deseo entre hombres, que persiguen —por vía subliminal— la marcada intención de humanizar los vigentes patrones heteronormativos.   

No me asiste la más mínima duda de que Rolando Chiong y Legna Pérez Cruzata, miembros de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la sexagenaria Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), ponen el dedo sobre la llaga al tratar —de frente y sin cortapisas— un controvertido tema, que aspira a sabotear la indolencia frente a tantas injusticias cometidas en nuestro medio, y mostrar realidades que —no por invisibilizadas— pierden actualidad en el imaginario sociocultural cubano.    

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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