Arrancar con la perspectiva de que llegaremos a los Juegos Olímpicos de París 2024 con los jóvenes atletas que hoy se encuentran en los Centros Nacionales de Alto Rendimiento o complementan su fogueo en equipos de las distintas ligas en la arena internacional conlleva a sustentar objetivamente y con optimismo el criterio de arribar bien a la meta europea.
Y no es adelantarnos en demasía, sino seguir los planteamientos, posibles estrategias y movimientos técnicos tácticos al interior del organismo que rige el deporte en Cuba y que por estos días sostiene encuentros en las diferentes instancias y recorridos de sus directivos por toda la isla, para a partir de las experiencias trazar líneas de trabajo inclusivas donde cuenten opiniones y sugerencias de consenso.

Como es sabido, contar ahora con una nueva normalidad requiere también trabajar en contextos diferentes que exigen creatividad, otros modos de hacer en todos los sectores de la vida y el deporte es parte de ello, asimismo implica eso salir de esquemas precisamente por lo novedoso del entorno donde desplegaremos nuestras tareas habituales, claro está que cuenta también el revisar las deficiencias objetivas unas y otras subjetivas.
Desde las Comisiones de los Deportes Nacionales hasta la Base se requiere dejar atrás discursos justificativos que reafirmen posibles espejismos en torno a las actuaciones pasadas que no permitan desbrozar el camino con celeridad y claridad a la vez que se analice concienzudamente la estrategia del cuatrienio con sus variaciones anuales incluidos atletas y entrenadores.
Tokio 2020, indudablemente dio para el país una mejor ubicación a nivel universal y vale el reconocimiento, sin embargo; la valoración en torno a quiénes pueden continuar su marcha hacia la próxima cita olímpica debe ser muy precisa, no debe depender en mayor medida de la voluntad del atleta sino de un grupo técnico metodológico decisor. Claro está, con excepciones a prueba de puro valor ejemplo: Mijaín López y otros.

Es justamente el tiempo de aguzar los mecanismos con la mira hacia Francia y más allá esto tiene que ver con revisar indicadores de rigor como los talentos con que contamos, fuerza técnica, acápite que merece un estudio aparte e individualizado por deportes para ir al rescate de aquellos entrenadores auto aislados por alguna que otra diferencia o puntos de vistas y pasar a descanso retribuido a técnicos sin resultados durante décadas.
Asimismo, enfilar la vista hacia el estado de las instalaciones base de los equipos nacionales y cuánto de ciencia e innovación deberán implicarse en aras de incrementar los rendimientos deportivos y disminuir el índice de lesiones por fatigas musculares derivadas del exceso de entrenamiento.
Como parte de los planes futuros para el deporte, el presidente de la república Miguel Díaz Canel hizo énfasis recientemente en la necesidad de actualizar la gestión de ciencia e innovación a partir de las sugerencias emanadas de un encuentro con deportistas en activo y glorias del deporte, aspectos muy válidos en la era moderna de la práctica deportiva.
Avanzar firme y accionar teniendo en cuenta un escenario de escasez material provocado por el asedio del bloqueo económico y financiero de los Estados Unidos a la isla continúa siendo el reto de directivos y atletas para dirigir una mirada que trascenderá a la olimpiada con sede en la capital gala.
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