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El baile flamenco, una visión desde Cuba, del escritor y bailarín Joel Zamora, es el título del libro publicado por la cienfueguera Ediciones Mecenas, la Asociación Cuba Cooperación Francia y la empresa gala V. M.C Musiques et Spectacles, para beneplácito de los amantes insulares del baile jondo peninsular.
Dicho volumen, devenido un verdadero diseño curricular, constituye un respetuoso homenaje a un género danzario hispano. El también miembro de la Asociación de Artes Escénicas de la filial provincial sureña de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) es valorado, al igual que la primera bailarina, maître y coreógrafa, Irene Rodríguez, como uno de los más fieles exponentes del flamenco en el archipiélago cubano.
Ese material docente-educativo, avalado por la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC) y el Conservatorio Superior de Danza de Málaga, España, contribuye a saldar una deuda en el proceso enseñanza-aprendizaje de esa disciplina, al incorporar —con indiscutible excelencia pedagógica, digna del más cálido elogio— todas las técnicas y pasos de cada uno de los niveles de aprendizaje en que se estructura el bailejondo.
Los esfuerzos del creador cienfueguero están encaminados —fundamentalmente— hacia la docencia, la formación integral que deben recibir tanto los bailarines como los futuros profesionales; he ahí, como es obvio, la proyección pedagógica que orienta la elaboración de ese texto.
Durante más de una década de estudio e investigación sistemáticos, el autor estuvo diseñando y preparando tan extensa producción intelectual y espiritual, no solo constreñida a lo meramente técnico, ya que un objetivo priorizado de esa joya de la literatura especializada es ofrecer al estudiante los conocimientos generales y específicos del baile español, y concretamente, del flamenco, además de transmitirle toda la riqueza de la cultura ibérica, de la cual Joel Zamora es un ferviente apasionado, y cuyas esencias íntimas conoce a la perfección, porque ha sido invitado a actuar en algunas de las denominadas cunas del flamenco.
En las casi 300 páginas se incluyen segmentos de los disímiles niveles donde el intelectual cienfueguero ilustra al lector acerca de las escuelas ibéricas de baile, los elementos del flamenco, la rumba flamenca, las castañuelas, zapateados, pasodobles, el maquillaje, el fandango, la sevillana, la farruca, la soleá, la presencia hispana en la Perla del Caribe, caligrafía del espectáculo musical, apreciación de la danza, bulerías, seguiriya…, e infinidad de aspectos que guardan estrecha relación con el objeto de estudio que focalizara la atención e interés de Joel Zamora.
La lectura de El baile flamenco… constituye una caricia a la mente y el alma de los amantes del género, para que —al profundizar en los indicadores técnico-expresivos en que se sustenta el flamenco— sean capaces de descubrir la poesía, el misterio y el magnetismo de ese baile que, según José Martí, «es fuego del alma», y para interpretarlo con amor y pasión hay que llevarlo en los genes y en el espíritu.
