El Código de las Familias que nos merecemos como sociedad

El proyecto de ley del Código de las Familias aún está en perfeccionamiento. Es este el documento que reflejará las diversas fotografías sociales que son reflejos actuales de nuestra Cuba.

Un documento que cada cubana y cubano debe hacerlo suyo, pues incluye a todas las personas y familias sin distinción. Refleja los diversos núcleos familiares cubanos, heterosexuales o no, consanguíneos o no, en fin, el ajiaco cubano de estos tiempos.

Este nuevo Código de las Familias permite que abuelas y abuelos tengan comunicación sistemática con sus nietas y nietos. Respalda decisiones legales de madrastras y padrastros que quedan al cuidado de niñas, niños y adolescentes en el país. No permite que los padres de una adolescente de 14 y 15 años autoricen su matrimonio antes de cumplir la mayoría de edad, y así se eviten otros problemas subyacentes como el embarazo en la adolescencia, el matrimonio infantil, así como la violencia intrafamiliar.

Es el código que protege a niñas, niños y adolescentes de entornos digitales como las redes sociales y el internet. Es el que respalda y protege de derechos a los adultos mayores y personas en situación de discapacidad que viven solos y a cuidadores de prácticas indolentes que pudieran afectar ambas relaciones o de otras ejercidas por terceras personas. Asimismo, protege a estas personas vulnerables cuando son sometidos a procesos legales de donación, testamento o herencia personales.

Es el Código de las Familias que permite que parejas del mismo sexo puedan formar su familia ideal sin ser responsabilizada de romper esquemas tradicionales sociales. Asimismo, respalda que esa pareja ante el fallecimiento de uno de los miembros, el otro reciba los beneficios legales del matrimonio aun sin estar casados.

Es el código que nos hace reflexionar que ante un divorcio pensemos no solo en el bienestar de los hijos de la pareja, sino de los animales afectivos en común.

Por las razones antes mencionadas, se hace necesario que todas las cubanas y cubanos formemos parte del enriquecimiento legal de este nuevo proyecto de ley del Código de las Familias, que es el código que nos merecemos como una sociedad justa y que prospera.