El ejemplo de Julio Batista, un patrimonio de Radio Progreso

El fallecimiento de Julio Batista Delgado me ha llenado de consternación. No era para menos en virtud de la pérdida de un magnífico compañero y extraordinario profesional. Su Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba lo dice todo.

Lo conocí sin que él me conociera hace muchos años cuando narraba el Noticiero Latinoamericano del ICAIC. Más cerca y personal estuve de él cuando al principio de los años 70 ofreció sus fundamentadas opiniones para el libro de Técnica Periodística elaborado por el profesor José Antonio Benítez.

En 1983, en ocasión de encontrarme como corresponsal en Nicaragua, especialmente en el legendario macizo montañoso de Las Segovias, hice un fugaz viaje a Managua y nos encontramos en el aeropuerto internacional Augusto César Sandino, conocido también como Las Mercedes. Le acompañaba el escritor nicaragüense Chuno Blandón, quien se desempeñaba en Radio Sandino.

Me llenó de enorme alegría ver a Julio a quien aproveché para que fuera portador de un mensaje a mis familiares, toda vez que regresaba a la Patria.

Hacia 1986, a solicitud del compañero Elías Rodríguez, entonces jefe del Departamento Informativo de Radio Progreso, pasé a ocupar, temporalmente, en comisión de servicio, el cargo de jefe de un turno. Entre noches y madrugadas, aunque ya profesional, recibí el magisterio de Julio Batista atendiendo a que, como ya él conocía, procedía de la prensa escrita y tenía que adaptarme al medio radial. De mucho me valieron sus experiencias y sus consejos. Todo ello se matizaba con intercambios históricos, especialmente relacionados con la vida y la obra de José Martí.

Recuerdo que luego, impartiendo una clase de historia, un alumno sagaz me preguntó que quién había sido el tabaquero que introdujo en un puro la orden de alzamiento del 24 de febrero de 1895. Yo no lo sabía. Decreté un breve receso en la clase y llamé a Julio y enseguida me dijo el nombre. Cuando regresé , les dije a los educandos aprendí yo y aprendieron ustedes gracias a Julio Batista.

Con el paso del tiempo, tanto para mí como para mi hijo, Lesmes La Rosa González, ya no era Julio Batista. Con una muestra de afecto y admiración le llamábamos simplemente Julito.

Su ayuda se hizo extensiva a un centro laboral mío donde colaboró con su voz y su asesoría a algunos audiovisuales patrióticos.

Me resultaría prolijo ofrecer testimonios acerca de Julito. Por consiguiente, sobran las razones para sentirme consternado pero también para decir que de Julio Alberto Batista Delgado sólo se pierde su envoltura material pero el espectro de su ejemplo, de su laboriosidad y de su profesionalidad, se queda entre nosotros, aquí, en Radio Progreso, que constituyó la razón de su existir y el objeto de su entrega.

Publicado Por: Juan Lesmes La Rosa Dunán

Lesmes La Rosa. Periodista. Profesor universitario. Graduado de Licenciatura en Periodismo y Licenciatura en Derecho. Instructor de Derecho Internacional Humanitario, y Diplomado en Administración Pública.

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