Ensayo clínico en Matanzas prueba eficacia de Jusvinza contra secuelas del chikungunya

El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) inició este martes en Matanzas un ensayo clínico para evaluar la eficacia del medicamento cubano Jusvinza en pacientes con dolores articulares persistentes tras padecer chikungunya. El estudio se desarrolla en el Hospital Faustino Pérez, bajo supervisión especializada, con el objetivo de ofrecer una nueva alternativa terapéutica para estas secuelas incapacitantes.

Según explicó Yudisay Reyes Pelier, monitora del CIGB, se trata de un ensayo aleatorizado y controlado que incluirá a 120 pacientes, divididos en dos grupos de 60 personas. Un grupo recibirá el tratamiento convencional sumado a Jusvinza, mientras que el otro funcionará como grupo de control y solo recibirá la terapia estándar, lo que permitirá una comparación científica rigurosa de los resultados.

Podrán participar pacientes de ambos sexos, entre 18 y 80 años, que hayan sufrido la infección por chikungunya y mantengan dolor e inflamación articular por más de tres meses después de los primeros síntomas. El procedimiento de aplicación del fármaco es subcutáneo y consta de nueve dosis distribuidas en un esquema de seis semanas, que puede ser administrado de forma ambulatoria u hospitalaria según el caso.

La doctora Marlivia de la Caridad Almendariz Díaz, jefa del Servicio de Reumatología provincial, precisó que el objetivo principal es lograr una mejoría superior al 70% en los síntomas. Se busca ofrecer una recuperación más rápida ante una artritis que suele ser muy invalidante, mejorando así la calidad de vida de los convalecientes.

Una de las pacientes incluidas en el estudio, la doctora Edelis Pons Barrera, validó la necesidad de esta investigación, testimoniando que la secuela de la enfermedad la incapacitaba para sus actividades normales. Relató que no mejoró con tratamientos anteriores y agradeció la atención y el apoyo psicológico recibido durante el proceso.

Los resultados de este ensayo podrían validar el uso de Jusvinza, un producto de la biotecnología cubana, para tratar estas secuelas. El medicamento, desarrollado inicialmente para la artritis reumatoide y empleado también durante la pandemia de COVID-19, demuestra así el potencial de la industria farmacéutica nacional para abordar nuevas necesidades de salud.

(Con información de ACN)