Una nueva carga solidaria enviaron la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el pueblo en general de la provincia de Cienfuegos hacia Pinar del Río, el territorio occidental más afectado por el huracán Ian a finales de septiembre, confirma un despacho de la Agencia Cubana de Noticias.
Ana Ivis Gómez Hernández, secretaria general de la FMC en ese territorio del centro sur del país, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que decidieron regresar por segunda ocasión a Vueltabajo con aseo, ropa, avituallamiento y otros artículos para auxiliar a los damnificados por el evento hidrometeorológico.
Señaló que en el viaje anterior encontraron en los centros de evacuación a muchas personas que perdieron todas o la mayoría de sus pertenencias, por eso convocaron una vez más a respaldar a los pinareños.
Afirmó que tuvieron una respuesta inmediata por parte de las federadas y el resto de los cienfuegueros, quienes en un gesto altruista aunaron energías y han contribuido con más productos como zapatos, mochilas y juguetes.
Es así como retornamos este viernes como un huracán, pero esta vez de amistad, de compromiso y de unidad porque cuando sufre un cubano sufrimos todos, sentenció Gómez Hernández.
Olimpia Díaz Borges, federada y coordinadora del proyecto Fénix, de capacitación contra la violencia de género y vinculado al Centro Nacional de Educación Sexual, comentó que también aportaron algunos recursos, acopiados en lugares como el círculo de abuelos de la Ciudad Electronuclear (CEN) y la filial de la Sociedad Cultural José Martí.
Algunas amistades, agregó, me han contado cómo quedaron sin casa, sin techo, sin ropa, y entonces poder compartir algo, por pequeño que sea, es muy reconfortante.
Quienes vivimos en esta isla siempre hemos sido solidarios, ya sea con un vecino o alguien ajeno, por eso en estos momentos, cuando la situación no es la mejor, resulta tan vital que todos podamos cooperar con lo poquito que tenemos, subrayó Díaz Borges.
Por ejemplo, apuntó, las señoras del círculo de abuelos de la CEN ya están mayores y muchas reciben pensión, pero me decían: “tienes que volver y llevarles esto o aquello, aquí tenemos más cosas para la gente de Pinar”.
Ellas vivieron el ciclón Flora en octubre de 1963 y lo recuerdan como si fuera hoy, por ese motivo sienten la necesidad de colaborar, porque también sufrieron momentos de desolación, de escasez, de haber perdido todo, hasta el techo para sus hijos, recordó la activista.
Luego del paso del huracán Ian por la zona occidental ─con categoría tres en la escala Saffir-Simpson─, un gran movimiento fraternal se gestó desde todo el territorio nacional para ayudar a resarcir los daños en el menor tiempo posible.
Desde Cienfuegos, miembros de otras organizaciones como los Comités de Defensa de la Revolución, la Central de Trabajadores de Cuba, la Unión de Jóvenes Comunistas y la Asociación Hermanos Saíz han sumado sus esfuerzos y en cada bulto trasladan la esperanza de un nuevo renacer para la población de la tierra del mejor tabaco del mundo.
Además, trabajadores de empresas como la Eléctrica, la de Telecomunicaciones y la de Construcción de Obras Ingenieras, entre otras, permanecen en suelo vueltabajero hasta tanto cumplan la misión de devolver la vitalidad a la hermana provincia.
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