La sala «Villena» de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) fue sede, del 10 al 14 de septiembre, del evento teórico «Caracol» 2023, dedicado —fundamentalmente— a homenajear las tres décadas de la televisión serrana, así como a plantear y discutir los acuciantes problemas que influyen en el funcionamiento de los principales medios de comunicación: cine, radio y televisión, así como en la creación audiovisual independiente y la realizada por niños y adolescentes.
A la sesión inaugural, asistió el escritor Luis Morlote Rivas, presidente de la UNEAC, mientras que las palabras de apertura estuvieron a cargo de la cineasta Lourdes de los Santos, quien preside la Asociación de Cine, Radio y Televisión. En ese contexto, se desarrolló el panel «Treinta años de la Televisión Serrana», moderado por Lourdes de los Santos e integrado por Daniel Diez, Helmo Hernández, Ariadna Fajardo, Waldo Ramírez y Rigoberto Jiménez, quienes relataron los logros obtenidos por un proyecto originalísimo, que no solo involucra a realizadores y personal técnico-artístico, sino también a los miembros de esa comunidad rural, quienes desempeñan un papel protagónico en la selección y realización de la obra audiovisual que allí se realiza con éxito de público y de crítica.
Por otro lado, los ponentes destacaron el hecho de que la Televisión Serrana necesita mucho más del reconocimiento mediático y de las instituciones gubernamentales, y de que es hora ya de que se le conceda el Premio Nacional de Cine al realizador cinematográfico Daniel Diez, uno de los principales artífices de la Televisión Serrana.
En la sesión vespertina, tuvo lugar el panel «Reflexiones sobre la crítica cultural desde la teoría y la práctica en la creación periodística», moderado por la Dra. Sahily Tabares, profesora titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, e integrado por egresados de la carrera de Periodismo, que se cursa en nuestro máximo centro de educación superior.
El tema rector de ese panel giró alrededor del estado deficitario en que se encuentra, hoy por hoy, la crítica artístico-literaria en la mayor isla de las Antillas. En ese espacio de discusión y debate, fueron analizados —con profundo espíritu crítico y autocrítico— los disímiles factores que atentan contra el óptimo funcionamiento de la crítica cultural en los diferentes medios de comunicación, la mayoría de los cuales se han perdido por las más variadas razones: pobre retribución económica (tan importante en los tiempos que corren), el desplazamiento de los críticos hacia otras fuentes de ingresos económicos, la pérdida de espacios en la prensa plana y digital, donde la crítica artístico-literaria es casi inexistente (con honrosas excepciones, que las hay), la escasa o nula preparación profesional de quienes desempeñan la función de críticos culturales, entre otros no menos relevantes.
Fue una decisión unánime de los panelistas reactivar el estado de salud de la crítica artístico-literaria insular a través del incentivo económico a quienes la ejerzan, el rescate de los espacios mediáticos perdidos, la suficiente motivación (desde todo punto de vista) a quienes la cultivan, y la preparación intelectual que deben recibir quienes se dedican a esa noble profesión, fuente nutricia de ética, humanismo y espiritualidad.
Una vez finalizadas las intervenciones, se suscitó un fructífero intercambio de preguntas y respuestas entre los miembros del auditorio y los expositores; interacción dinámica que enriqueció —con creces— el texto y el contexto de esa polémica línea temática. En dicho intercambio, tuvo una intervención especial Morlote Rivas, quien hizo puntuales reflexiones al respecto.
La segunda sesión de trabajo incluyó el panel «Comunicar las infancias en Cuba. Principales problemas, enfoques y tratamiento», coordinado por Regla Bonoro Soto, e integrado por Lisy Alina Jorge Méndez, Ángela Peña y Tamara Roselló Reina, oficiales de Protección, Monitoreo y Evaluación, y Comunicación de UNICEF, respectivamente, quienes —con apoyo jurídico-legal en la Convención Internacional del Niño— plantearon diferentes problemas (incluidos los de orden teórico-metodológico), que atañen a la grey infanto-juvenil en el seno de la geografía nacional, hicieron énfasis en los derechos de todos los niños y adolescentes cubanos, y no solo en los de algunos sectores poblacionales (sobre todo los que presentan necesidades educativas especiales), y señalaron el apoyo irrestricto del gobierno y el estado cubanos a los principios y deberes recogidos en la Convención Internacional del Niño, del que nuestro país es firmante.
La tercera sesión de trabajo versó acerca de la producción audiovisual independiente: una mirada desde los desafíos (resultados del Fondo de Fomento, el Registro del Creador y la Comisión Fílmica). Dicho panel estuvo moderado por Lourdes de los Santos, e integrado por Heida Calvo y Osner Peraza, quienes hicieron un exhaustivo análisis crítico acerca del estado actual de la producción audiovisual independiente, la cual está lastrada por las difíciles condiciones socio-económicas que atraviesa la «Perla del Caribe» como consecuencia de la pandemia de COVID-19, que todavía nos azota, así como de factores externos e internos que han golpeado con severidad la cantidad y calidad de la obra fílmica realizada por creadores audiovisuales independientes.
Por otra parte, les dedicaron un par de minutos a hechos que influyen negativamente sobre ese tipo de producción, al igual que sobre la estatal, representada por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC): el éxodo de realizadores, cineastas y documentalistas jóvenes y menos jóvenes, la poca motivación profesional y económica que reciben, la falta de presupuesto para financiar sus obras audiovisuales, entre otros no menos importantes.
En relación con el éxodo hacia el exterior, los panelistas alertaron al auditorio acerca de que si esa situación persiste cuando —en un futuro próximo— mejoren las condiciones materiales de vida de la población cubana no se dispondrá de la cantidad necesaria de realizadores y cineastas para continuar tan honrosa tarea ética e ideo-estético-artística, que recoge en imágenes la historia del patrimonio fílmico de la nación.
La última sesión estuvo dedicada, íntegramente, a evocar la sagrada memoria del maestro Jesús Cabrera (1926-2022), Premio Nacional de Televisión, decano fundador de la Facultad de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), de la Universidad de las Artes (ISA), Miembro de Honor de la UNEAC, y una de las piedras fundacionales de nuestra pequeña pantalla.
Para destacar la impecable trayectoria artístico-profesional, docente-educativa, y revolucionaria de «Chucho» (como era conocido en el medio televisivo fuera de él), hicieron uso de la palabra la M.Sc. Caridad Martínez, Premio Nacional de Radio, y profesora titular de la FAMCA, el maestro José Ramón Artigas, Premio Nacional de Televisión, y el Lic. Roberto Ferguson, también Premio Nacional de Televisión, quienes relataron anécdotas que recogen la fructífera leyenda profesional y personal escrita con letras doradas por el desaparecido realizador y director audiovisual, devenido paradigma en los medios de comunicación social: radio, cine y televisión, además de la obra fundacional llevada a cabo por «Chucho» durante toda su fecunda existencia terrenal.
Como parte de ese sentido homenaje, se proyectaron fragmentos de una entrevista que el realizador Bruno Suárez les hiciera al general retirado Fabián Escalante, al maestro Jesús Cabrera y al primerísimo actor Patricio Wood, en relación con la filmación de la teleserie En silencio ha tenido que ser, donde la mano maestra de «Chucho» desempeñara una función decisiva, no solo en la parte técnica, sino también en la artística, para que los actores y actrices que participaron en dicha teleserie dieran el máximo de sus capacidades interpretativas.
*Este trabajo solo incluye una apretada síntesis de las actividades en las que participara el autor, en calidad de relator del referido evento.
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