En el contexto de las actividades festivas por el cumpleaños 90 de Radio Progreso, tuvo lugar en el capitalino Teatro América una gala para celebrar los 55 años de la salida al éter del espacio Discoteca del Ayer, creado por el maestro Eduardo Rosillo (1927-2014), Premio Nacional de Radio, en 1964, y dirigido en la actualidad por el periodista y realizador Teodoro Herrera Acosta.
La conducción de ese espectáculo fue responsabilidad de los locutores Víctor González Medina y Jesús López Chong, quienes se encargaron de poner la nota poética.
En la apertura, luego de escuchar el tema musical que identifica al programa y la voz de Rosillo para presentarlo, se escuchó una grabación de Bonito y sabroso, de la autoría de Benny Moré (1919-1963), el Rey de la Música Cubana; antológico número de la fecunda cosecha autoral del Bárbaro del Ritmo, que contó —desde el punto de vista coreográfico— con el acompañamiento de los integrantes del cuerpo de baile del Ballet América. Así se le rendía homenaje, en su centenario, a la memoria de ese genio de la música universal, que no sólo estuvo en Radio Progreso otra vez, sino que estará siempre en la Onda de la Alegría.
El son estuvo representado por el Septeto Habanero, que interpretó varios sones emblemáticos para demostrar —una vez más— que ese género musical, auténticamente tropical, no se fue de la mayor isla de las Antillas, sino que permanece en «la tierra más hermosa que ojos humanos vieron», al decir del Gran Almirante Cristóbal Colón (1451-1506), por los siglos de los siglos.
La orquesta Rubalcaba, con el timbre y el estilo que la caracteriza en el universo sonoro caribeño y fuera de nuestras fronteras geográficas, llevó la música popular bailable al proscenio del septuagenario Coliseo de Centro Habana.
Con los ricos cha cha chas y sones interpretados por esa agrupación «clave» de la música criolla, pusieron al auditorio a echar un pie, además de acariciarles el alma a los bailadores con melodías de ayer, de hoy y de siempre.
Al respecto, el maestro José Loyola, director de la Charanga de Oro, precisa que «el sonido de la charanga expresa, como ningún otro formato, la esencia de la música cubana». Es una verdadera lástima, que las orquestas típicas se encuentren ausentes de la radio y la televisión de nuestro país, con excepción —por supuesto— de la Discoteca del Ayer, de la decana de la radio cubana, y de otros espacios en algunas emisoras nacionales y provinciales.
La pincelada romántica la pusieron los vocalistas Daisy Ortega, Freddy Vera, Emilia Morales y Emilio Morales, estos dos últimos, luego de tocar el espíritu humano con los boleros que interpretaron, «calentaron la pista» del Teatro América con dos números bien «moviditos» que generaron una cerrada ovación por parte del público presente.
La música folclórica estuvo a cargo de la agrupación Afroamérica, fiel representante de la rumba, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, mientras que la música campesina la interpretó la cantante María Ochoa, quien evocó la memoria de Celina González (1929-2015), reina de la música campesina, no solo en el archipiélago cubano, sino también a escala internacional.
Cerró con broche de oro la sexagenaria orquesta Estrellas Cubanas, que llenó el espectro sonoro con antológicos danzones, muy bien bailados por los integrantes de la Peña Nacional del Danzón, junto a la cantante Leonor Zayas.
A la gala por los 55 años de la salida al éter de la Discoteca del Ayer, asistieron varios miembros de la gran familia de Radio Progreso, así como amantes de la música de todas las épocas y todos los tiempos.
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