Georgina Almanza en la memoria poética de Radio Progreso

«Morir es seguir viaje hacia el espacio infinito». Con apoyo en ese aforismo martiano, quiero despedirme de la primerísima actriz, locutora (primer nivel) y esperantista, Georgina Almanza (1930-2023), Premio Nacional de Radio, y Artista Emérita del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), quien partió a encontrarse con el «Espíritu Universal»; leitmotiv en la obra poético-literaria y periodística del Apóstol.

«Yoyi» (como cariñosamente se le conocía en el medio artístico-profesional y fuera de él) era miembro honorario de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y de las sociedades cubana e internacional de esperanto, y presidió durante varios años la filial habanera de dicha organización.

La carismática personalidad de «Yoyi» podría caracterizarse como tierna, en extremo cariñosa, de hablar suave y pausado, devenido caricia al intelecto y el espíritu de quienes escuchaban su cálida voz por las ondas nacionales de Radio Progreso, sobre todo en el espacio matutino Nosotras, así como en otros espacios incluidos en la parrilla de programación de la «Onda de la Alegría». Georgina actuó como actriz dramática y humorística en radionovelas y telenovelas que salieron al aire por las ondas hertzianas y por la pequeña pantalla, así como en filmes exhibidos en las salas oscuras de la mayor isla de las Antillas. Incursionó en esos medios masivos de comunicación con indiscutible éxito de público y de crítica.

Conocí a Georgina Almanza hace casi un cuarto de siglo. Me la presentó la maestra Lilia Rosa López, Premio Nacional de Radio, y Artista Emérita del ICRT, en los estudios de la Emisora de la Familia Cubana. Desde ese mismo momento, se estableció entre «Yoyi» y este cronista una relación no solo profesional, sino también afectivo-espiritual, que con el discurrir del tiempo fue creciendo, al decir del fundador del periódico Patria «como las palmas […], como los pinos».

Tengo muchas anécdotas que contar acerca de la sólida relación afectivo- emocional que unió a este escribidor con tan ilustre figura de los medios radiofónico y audiovisuales y de la cultura cubana, y de un poco más allá de nuestras fronteras geográficas, pero solo voy a reseñar las que voy recordando en mi archivo mnémico, y que dejaron una huella indeleble en el componente espiritual de mi inconsciente freudiano.

«Yoyi» me visitaba con frecuencia en mi hogar; contexto íntimo donde se encuentran en el espíritu los amigos del alma. En una ocasión, tuvo la gentileza de invitarme a un homenaje que le tributaron en el Delirio Habanero del Teatro Nacional de Cuba, donde la Orquesta Estrellas Cubanas amenizó la actividad bailable como parte del agasajo a Georgina. Fue una tarde inolvidable.

En otra ocasión, fui invitado por Lilia Rosa López a un almuerzo que se les brindó a quienes habían recibido los premios nacionales de Radio y Televisión. Lilia Rosa y quien estas líneas escribe coincidimos en la misma mesa con Georgina Almanza y con la primerísima actriz Marta del Río (1936-2020), Premio Nacional de Televisión. Evoco con no disimulada emoción la fluida conversación que sobre temas divinos y humanos sostuvimos en aquel «encuentro formalmente informal»  

Tuve el privilegio de entrevistar en varias ocasiones a Georgina, así como de cubrir las actividades culturales que, como esperantista o como actriz, organizaba en la carpenteriana «Ciudad de las Columnas»..

¡Gloria eterna al ánima noble y buena de Georgina Almanza, quien ya puede mostrar al cielo, con legítimo orgullo, su obra artístico-profesional acabada!

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Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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