Homenaje del Ballet Nacional de Cuba a los creadores de las vacunas anti-COVID-19

El Ballet Nacional de Cuba (BNC), Patrimonio Cultural de la Nación, que jerarquiza la primera bailarina Viengsay Valdés, llevó a la Sala «Avellaneda» del Teatro Nacional el estreno, en la mayor isla de las Antillas, de la 7ma. Sinfonía, con coreografía del artista Owe Scholz, y música del maestro Ludwig van Beethoven.

El programa artístico incluye, además, la reposición de las obras neoclásicas Invierno y Love Fear Loss, con coreografía, vestuario y luces del maestro Ricardo Amarante, música de Edith Piaf («el gorrión parisino»), y los maestros Jacques Brel y Charles Dumont, con arreglos para piano de la maestra Natalia Chepurenko, para agasajar a los científicos insulares creadores de las vacunas anti-COVID-19.

Los papeles protagónicos de esas puestas en escena estuvieron a cargo de las figuras insignia, solistas y miembros del cuerpo de baile de la emblemática compañía; estos últimos se destacan —fundamentalmente— por la plasticidad y precisión con que se adaptan a las exigencias técnico-interpretativas y al estilo neoclásico de las obras llevadas al proscenio.   

La excelencia artístico-profesional demostrada —una vez más— por los bailarines cautivó a los amantes del «arte de las puntas», ya que —entre otras cosas meritorias— no solo convirtieron los movimientos corporales en sentimientos u otros estados subjetivos del yo, que —desde la vertiente emocional— impactaron sensiblemente al auditorio, sino también intelectualizaron y espiritualizaron los indicadores físicos en que se estructura el arte danzario; y mediante el «mágico» lenguaje de la danza y la música —exteriorizado a través del cuerpo, la mente y el alma de los bailarines— les enviaron un cálido mensaje de agradecimiento a los científicos cubanos creadores de las vacunas anti-COVID-19, así como a los profesionales, técnicos y demás trabajadores de la salud que lucharon, y todavía luchan —a brazo partido— contra las terribles secuelas bio-psico-socio-espirituales dejadas en la población caribeña por esa letal enfermedad, que ha llenado de luto y dolor a todas las naciones del orbe.

A los fieles admiradores del BNC, así como a los colegas de la prensa especializada, no les quedó la más mínima duda de que los integrantes de esa agrupación danzaria —en cada aparición en las tablas nacionales o foráneas— «crecen [al decir del genio martiano] como las palmas […], como los pinos», y por otra parte, exaltan a la danza y a la cultura cubanas a planos estelares, a escala internacional.      

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Nueve − 6 =