Ver un atardecer en el jardín del Hotel Nacional de Cuba (HNC) puede marcarte de por vida. La magia que desprende esta vista al malecón habanero, cuando el sol se camufla entre las nubes, es poética. La brisa del mar se funde con el sonido intenso de los carros que pasan por la avenida, y resulta, sin duda, un cuadro digno de fotografía.
Por eso los turistas y cualquier visitante se llevan este recuerdo, por eso, le aconsejo, si visita alguna vez esta ciudad sumida en sus 500 años, recorra esta instalación turística, que abre sus puertas, fiel y majestuosa, para contar, a través de paredes y recuerdos, la historia propia de Cuba.
Resumir la lista de personalidades que han escogido este hotel, sería de locos. Han estado presidentes, mafiosos, cantantes, bailarines, deportistas, escritores…Nat King Cole, Ava Gardner, Frank Sinatra, Sarita Montiel, Marlon Brando fueron algunos que macaron los lujosos años dorados ´50. El Salón de la Fama hoy exhibe mediante murales y gigantografías parte de estas importantes visitas.
Pero partamos de lo que más impresiona a simple vista: su arquitectura. Se levantó a principios de los años ´30, inspirándose en el diseño del Hotel Breakers de Palm Beach en Florida, con una mezcla el Art Déco y el Neoclásico ecléctico típico de La Habana. Su vestíbulo morisco impone un aire colonial e histórico.
Esto hizo que la institución ganara, en 1994, el Segundo Premio en el Salón Internacional de Arquitectura e Ingeniería, a lo que se suma, debido a la calidad de su servicio, que haya sido seleccionado en varias ocasiones como el hospedaje líder de Cuba en los World Travel Awards.
Declarado Monumento Nacional e inscrito en el Registro Memoria del Mundo, exhibe más de cien obras patrimoniales compuestas por esculturas, fotos, muebles, pinturas, porcelanas y antiguos relojes, a lo que se integra los pisos de mármol, los locales de piedra cubana de Jaimanitas, las tejas de barro, las maderas preciosas y los mosaicos de Sevilla.
Dicen sus propios trabajadores que el plato fuerte de la instalación está en sus habitaciones, y cada una de ellas, guarda su historia. Son más de 400, con 34 suites y una suite presidencial, además de restaurantes, bares, un cabaret, dos piscinas, salones de reuniones y otros espacios funcionales.
Cada vez que se visita se descubre algo nuevo. Por eso sería arriesgado contar toda su historia. En sus casi 90 años, el Nacional luce espléndido, y sobrevive al paso del tiempo, por la intencionada labor patrimonial y para mantener el vivo aquellos primeros años en los que iban y venían gente de todas partes para llevarse un pedazo de Cuba.
Lo que quizá no sabías del Hotel Nacional de Cuba
Le proponemos una lista diez curiosidades del Hotel Nacional, que pueden convertirse en razones para su visita, pues van desde lo histórico, hasta lo insólito.
1. Aunque no lo crean, esta belleza arquitectónica se construyó solo en 14 meses, por la misma compañía que llevó a cabo el Capitolio de La Habana. Y lo mejor, mantiene la mayoría de sus estructuras como fueron concebidas originalmente. Si se fija en cada una de las torres podrá percatarse que está frente a fichas de ajedrez, en homenaje a uno de sus más queridos visitantes, José Raúl Capablanca. Fue diseñado por la marca americana Mc Kim Mead & White.
2. Es el único hotel cinco estrellas de la Isla con administración 100 % cubana y el que además ostenta por 16 años consecutivos el premio World Travel Awards, que es como el Óscar de la industria turística.
3. La gran reunión de la mafia, celebrada en 1946. Cerró sus puertas bajo la apariencia de un concierto de Frank Sinatra para albergar a las familias más famosas de la mafia estadounidense. Entre los presentes se encontraban Lucky Luciano, Meyer Lansky y Frank Costello.
4. En su jardín porta los cañones que integraron la antigua Batería de Santa Clara, y fueron declarados Patrimonio de la Humanidad. Uno de ellos, el “Ordóñez”, fue en su momento el más grande del mundo.
5. Cuando los clientes lo visitan esperan lujos, pero no túneles y trincheras. Y realmente esta parte es de las más sorprendentes del Hotel. Fueron construidos en 6 meses, como centro de observación del desplazamiento de barcos estadounidenses, durante la etapa de la Crisis de Octubre.
6. Posee una piscina semiolímpica, donde Johnny Weissmüller, el actor que protagonizara al más popular “Tarzán”, hizo una exhibición que comenzó nada más y nada menos que con un gran clavado desde un balcón del segundo piso.
7. A los terrenos que hoy le corresponden se le denominó “Monte Vedado” en la época colonial, precisamente porque prohibía abrir caminos hacia la playa en aquella zona. Uno de sus salones se nombra Salón Vedado, donde se celebran todo tipo de actividades: recepciones, ceremonias, bodas, congresos. Tiene una capacidad de 200 personas.
8. Antes era denominada la colina donde hoy se levanta como Loma de Taganana, por la similitud al paisaje con Taganana, en Tenerife, Islas Canarias. Uno de sus salones exhibe este nombre y constituye uno de los más importantes del hotel, sede permanente para eventos culturales como el Festival de Cine de La Habana y el Jazz Plaza.
9. Ernest Hemingway nunca se hospedó en el Hotel, pero sí estuvo varias veces y donó un pez castero disecado, que adornó durante un tiempo el Bar Sirena.
10. Considerado como el más importante del Caribe, tiene la condición del Hotel Museo por las reliquias que guarda.