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El abrazo que perdura, del poeta, escritor, periodista y comentarista cultural, Roberto Rodríguez Menéndez, es el autor del texto, publicado por Ediciones en Vivo, que recoge un ciclo de entrevistas realizadas al laureado poeta y periodista Jesús Orta Ruíz (1922-2005), Premio Nacional de Literatura, cuyo nombre artístico era, es y será «El Indio Naborí».
En ese intercambio de preguntas y respuestas, devenido verdadero encuentro en el espíritu entre entrevistador y entrevistado, unidos por sólidos vínculos afectivo-emocionales, Rodríguez Menéndez acerca al lector a la fecunda trayectoria profesional y personal de uno de los reyes de la décima en la mayor isla de las Antillas y de mucho más allá de nuestras fronteras geográfico-culturales.
Esa interacción cómplice, que se establece como por «arte de magia» entre los dos vates insulares, constituye un «mano a mano» profundo y esclarecedor, que registra para la posteridad elementos fundamentales para la cultura cubana e iberoamericana. En ese contexto poético-periodístico, son objeto de discusión y análisis las más disímiles líneas temáticas, en que lo confidencial y lo íntimo, lo divino y lo humano, desempeñan una función «clave» en el conocimiento objetivo-subjetivo acerca de la esencia íntima de la poesía cultivada por el «poeta mayor de la décima antillana», cuya producción intelectual y espiritual en el universo lírico recoge alegrías, tristezas, así como penas lacerantes que se llevara al espacio infinito, donde duerme el «martiano sueño de los justos».
En las respuestas que Orta Ruiz le ofrece al también director de programas radiofónicos y profesor de Dramaturgia radial, sabe tocar —con habilidad digna del más cálido elogio— los cuadrantes fundamentales en que se estructura la vida psíquica y espiritual del «soberano de la creación», ya que tiene muy en cuenta un principio esencial de la poesía: si los versos que sustentan dicha manifestación literaria logran tocar el corazón, encender la imaginación y la fantasía del lector, así como hacer florecer lo mejor y más bello que se halla en el componente espiritual del inconsciente freudiano, o cuando los disímiles temas que tratan esos versos le hacen evocar en su archivo mnémico los más gratos recuerdos o los más tristes momentos, al extremo de humedecerle los ojos y llenarlos de lágrimas, el poema —sin duda alguna— está hecho y ha logrado los nobles objetivos que lo han inspirado.
No me asiste la más mínima duda de que el colega Roberto Rodríguez Menéndez concibe la entrevista como un «pie forzado» que —en ese caso específico— le posibilita a Jesús Orta Ruiz liberar su yo, el auténtico, el verdadero, y «desnudar» su alma para que quienes incursionen en las páginas de ese libro puedan visualizar cuánto y en qué creciente medida «El Indio Naborí» ama y respeta la creación poética y el ejercicio periodístico, que —sin la más mínima discusión— también «poetiza». Solo hay que leer las crónicas y los escritos que le brotaran del intelecto y el espíritu, al igual que «las aguas cristalinas corren por los ríos subterráneos del alma humana»; labor periodística, percibida por el laureado intelectual cubano como fuente nutricia de ética, humanismo y patriotismo, y publicada en disímiles medios nacionales de prensa. Las entrevistas incluidas en El abrazo que perdura constituyen una invitación para aproximarnos a la vida y la obra de uno de los más importantes bardos caribeños e iberoamericanos.
