José Antonio López Espinosa: soy un profesional multioficio

«Estoy casado con la bibliotecología, la historia de la ciencia y la docencia superior, porque las amo con todas las fuerzas de mi ser, y me he entregado a ellas en cuerpo, mente y alma durante una buena parte de mi vida; por ende, soy un profesional multioficio».

Fue la respuesta dada a este entrevistador por el profesor José Antonio López Espinosa, funcionario del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM), y profesor de la Universidad Virtual de Salud de Cuba.

López Espinosa es Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología por la Universidad de La Habana y Diplomado en Fuentes y Servicios de Información por la capitalina Facultad de Comunicación Social.

Durante su fecunda trayectoria profesional, que comienza en los años sesenta del pasado siglo como traductor e intérprete de idioma alemán, el bibliotecólogo, investigador y profesor habanero ha recibido condecoraciones y premios conferidos por instituciones científicas nacionales e internacionales.

Es miembro activo de varias sociedades científicas cubanas y extranjeras y ha publicado libros, monografías, artículos de revistas y capítulos de libros, así como infinidad de trabajos periodísticos en la prensa plana y digital.

Sin más preámbulo, los dejo en la grata compañía del profesor López Espinosa, para que dialogue con los lectores acerca de su infatigable quehacer en los campos de la bibliotecología, la pedagogía y la historia de la ciencia en general y de la medicina en particular. Disciplinas científico-pedagógicas que percibe como fuente nutricia de ética, humanismo y espiritualidad.

De acuerdo con su experiencia profesional, ¿qué función desempeña el conocimiento histórico en el ejercicio de la bibliotecología y de la docencia superior?

Para el ejercicio de cualquier profesión u oficio es indispensable el conocimiento histórico en general y de la disciplina que se profesa en particular. ¿Se imagina usted a un pediatra cubano que desconozca la vida y la obra de los doctores Ángel Arturo Aballí Arellano y Manuel Amador García? ¿O un bibliotecario que ignore los aportes de don Antonio Bachiller y Morales y de don Carlos Manuel Trelles y Govín a su profesión?

Quienes nos dedicamos a la gestión de información y de conocimientos y  nos consagramos a la investigación como medio para dar con ellos y a la docencia como vehículo idóneo para divulgarlos, estamos comprometidos con la historia. No sólo porque de ella nos nutrimos, sino también porque con nuestras acciones de hoy la estamos esculpiendo para el beneficio de las generaciones que nos sucedan.

Para poner un ejemplo que nos toca muy de cerca a todos. El nuevo conocimiento que representa hoy la tecnología moderna de la información y la comunicación con sus múltiples aplicaciones, será mañana un conocimiento histórico que servirá de fundamento a otros descubrimientos.  Y ayudarán, a su vez, a continuar perpetuando el indetenible desarrollo de la especie humana.

¿Qué representa para usted, como bibliotecólogo, historiador y educador, haber establecido una estrecha relación profesional y afectiva con el profesor, doctor José López Sánchez, y en consecuencia, ser albacea testamentario de la herencia ética, intelectual y espiritual legada a la humanidad por esa gloria de la medicina cubana contemporánea?

Del profesor López Sánchez, quien fuera un hombre de inteligencia privilegiada y de una ilustración profunda puestas al servicio de sus semejantes, guardo entremezclados y permanentes recuerdos del discípulo agradecido por sus enseñanzas. Sobre todo, en materia de historia de la ciencia en general y de la medicina en particular, así como del hijo que se alimenta cada día con sus virtudes personales, para tratar de imprimir una energía similar a la que —mediante el ejemplo vivo— pude descubrir en él.

Con esos recuerdos in menti me he auto impuesto continuar su obra, principalmente en lo referente a la investigación de la historia de la bibliografía, donde puedo aplicar a mi profesión de base los valiosos conocimientos adquiridos a su lado.

Donde quiera que él esté, podrá sentirse satisfecho de que la herencia ética, intelectual y espiritual legada por el maestro y el padre que fue para mí, se divulga y multiplica por mediación de mi humilde quehacer.

En opinión suya, ¿cuál es el objetivo fundamental de la Universidad Virtual de Salud en el proceso de formación integral que deben recibir, tanto los alumnos de pre-grado, como los profesionales de la salud que utilizan ese valiosísimo medio digital para enriquecer sus conocimientos científico-técnicos (incluido el desarrollo de hábitos y habilidades)?

Decir Universidad Virtual de Salud es lo mismo que referirse a una institución que marcha con paso firme por el sendero del progreso, y que vislumbra un claro porvenir en cuanto a la formación de recursos humanos. Ha sido mucho el esfuerzo y la consagración de quienes tienen la responsabilidad de sostenerla y perfeccionarla.

Desde hace ya algún tiempo, se está recibiendo la merecida recompensa a tanto esfuerzo y consagración. El beneficio aportado por sus diversos productos y servicios,  lo que constituye su objetivo fundamental: ser una trinchera en la lucha contra las enfermedades. Y, además, un punto de apoyo para la recuperación, conservación y promoción de la salud y el perfeccionamiento de la calidad de vida del ser humano.

En la sección de Humanidades Médicas, rama que usted atiende en la Universidad Virtual de Salud, ¿qué importancia se le concede a la ética médica…, la cual desempeña una función «clave» en cualquier gestión relacionada con ese sensible campo del saber humano?

Antes de responder esa pregunta, creo procedente referirme —en apretada síntesis— al alcance del concepto humanidades médicas, que abarca desde la historia de la medicina y de la ciencia, la epistemología y la socio-antropología médica, hasta la bioética o ética médica. Lo cual da una idea de la amplitud del concepto, que —por supuesto— comprende otras disciplinas como la economía de la salud y el derecho médico.

Entre todas ellas, como bien usted ha afirmado, la ética médica desempeña una función fundamental, ya que —por su conducto— se pone de relieve una serie de aspectos que tienen que ver con la conducta del profesional de la salud para con los pacientes y sus propios colegas.

En la ética médica están involucradas acciones que, desde el punto de vista moral, pueden ser buenas o malas y tener implicaciones personales y sociales (positivas o negativas). Esas acciones tienen como punto de referencia no sólo la esfera clínica y la quirúrgica, sino también todo lo referente a la salud pública, al laboratorio, a la medicina legal, a la investigación y a la docencia media y superior (pre y posgraduada).

Con los elementos antes enunciados, se hace evidente la importancia que se le concede a la ética médica como reguladora de los valores y los principios morales que deben estar presentes en el desempeño de los profesionales de la salud, al margen de su campo específico de acción.

Y cuando digo profesionales de la salud, no me refiero sólo al médico asistencial, sino a todo aquel que —de una u otra forma— tenga como objetivo final mejorar el estado de salud (incluida la felicidad) del soberano de la creación, nuestra única y sagrada razón de ser.

¿Algo que desee añadir para que no se le quede nada en el tintero?

Claro que sí, sobre todo para quienes se inician en esos fértiles campos del conocimiento humano: luchar siempre por sentir la satisfacción de que se hace algo útil en la medida de las posibilidades de cada uno, deviene el mejor mensaje que puedo enviarles desde este medio digital de prensa. Y, por supuesto, darle las más expresivas gracias por permitirme expresar mis criterios personales acerca de las profesiones que amo con todas las fuerzas de mi ser, y que le han dado pleno sentido a mi vida. 

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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